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Lunes, 21 de noviembre de 2011

Redes Sociales: La batalla que aun no termina

Esta fue la portada del diario Perú.21 de ayer, criticada hasta la saciedad por varios usuarios en redes sociales. La misma hacía alusión a un supuesto video difundido por Anonymous - un membrete utilizado por hackers para enfrentar a gobiernos que intentan limitar la libertad en Internet - en el que acusaban a una funcionaria de la Municipalidad Metropolitana de Lima de pagar a 16 tuiteros para que hagan contracampaña a algunos regidores opositores a la gestión de Susana Villarán.

La nota que motivaba la portada tenía varios problemas. La única fuente que utilizan para justificar la nota es el famoso video. Y el video, luego de verlo varias veces, tiene tres complicaciones centrales: a) no fue colgado en la cuenta oficial de Anonymous, b) es bastante burdo y c) publica direcciones y teléfonos de personas que no ejercen cargo público y cuya seguridad puede verse comprometida. La nota no presenta otras evidencias que confirmen lo sostenido.

La indignación fue fuerte ayer entre muchos usuarios peruanos de Twitter, como registra hoy Diario 16. Y creo que no solo se ha debido a este incidente, que ha terminado de ser desmentido por la propia gente de Anonymous y por la Municipalidad. Creo que, al final, al Perú.21 le han terminado cobrando el desempeño que tuvo durante la campaña electoral (vean un análisis de Alberto Vergara para Poder), donde creo que no se debe criticar si tomó una postura u otra (eso es perfectamente legítimo), sino que no existan precisiones sobre los hechos e informaciones que se brindan. Y ello se aplica perfectamente al caso de la gestión Villarán, con la que se puede estar de acuerdo o no, pero si se le va a criticar, la crítica debe sustentarse en hechos concretos.

Lejos de disculparse, hoy el diario insiste con la versión de tres regidores que insisten en la versión de que hay tuiteros que son pagados para lanzarles críticas. Curiosamente, son los mismos que han venido haciendo denuncias contra la gestión Villarán que luego se han terminado cayendo. Así, el diario indica que:

El regidor Jaime Salinas confirmó a Perú21 que los internautas que atacaron a sus colegas Alberto Valenzuela y Jorge Villena son los mismos que lo atacaron cuando él denunció a Villarán por la compra de un lote de radios y por los insultos de su gerente general Miguel Prialé.

Por tal motivo, “si el Ministerio Público no investiga de oficio este caso, yo presentaré una denuncia junto con Valenzuela y Villena, para determinar si se está usando fondos públicos municipales en esta guerra sucia”, aseguró.

Por su parte, su colega Valenzuela pidió a la Contraloría que “investigue estos ataques sostenidos porque el uso de fondos públicos es un delito y porque, además, dudo que este ‘trabajo’ de los tuiteros sea ad honórem”.

Los tuiteros aludidos y que aparecen en el video son personas que se dedican a sus actividades profesionales y que tienen cuenta en Twitter hace tiempo. Y obviamente, lo usan como canal de expresión política. Lo que no entienden estos regidores es que, simplemente, hay ciudadanos que no consideran creibles sus denuncias (hay otros que sí ) y que se expresan a través de estos canales.

Por ejemplo, las críticas al regidor Jaime Salinas se sustentan en un hecho que no ha podido ser desmentido por él: su inasistencia a varias sesiones de Consejo Metropolitano y de comisiones. Ello le resta, sin duda, credibilidad entre determinado sector del público, incluso entre quienes no aprueban a Susana Villarán.

Lo que sí se nota y ello no tiene que ver con pagos, es una creciente polarización y exacerbación de las opiniones políticas en las redes sociales. A algo de ello aludí en mi post del lunes pasado, en el que hacía notar la existencia de opiniones absolutamente polarizadas y sin matices alrededor de la gestión presidencial de Ollanta Humala.

Carencia de matices que hace que las críticas hacia algún colectivo de activistas pueda ser vista inmediatamente como una “jugada de la mafia” (sin procesar la necesidad de afinar métodos de llegada a quienes no están convencidos) o que, desde el otro lado, sigan pensando en Chávez o Correa como el modelo a seguir por el actual presidente. Siento que, para muchos, la campaña electoral no ha terminado y que cada quien, en los extremos, intenta convencerse de que su posición es la correcta y para ello exacerban las críticas al contrario. El problema es que no terminan convenciendo a nadie y, peor aún, terminando siendo más papistas que los políticos a los que defienden o a atacan.


Fuente: Desde el Tercer Piso


Tags: Peru21, mafia, fujimorismo, corrupción, guerra sucia, periodismo, diarios chicha

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