contra el narcotráfico, despenalización de la hoja de coca

Domingo, 31 de octubre de 2010

?Marihuana legal?

Despenalizar sin legalizar es como estar un poquito pre?ado. Y eso es muy dif?cil.

El referendo de California abri? el debate. Pase o no pase, la despenalizaci?n en el mundo es una realidad y la legalizaci?n est? cada vez m?s cerca.

El referendo del pr?ximo 2 de noviembre en California para legalizar el consumo de la marihuana puede que no pase, seg?n el veredicto de las ?ltimas encuestas. Sin embargo, ya cumpli? con parte de su cometido: que se volviera a hablar de un tema tab? en Estados Unidos y que saliera a flote el sentimiento colectivo de que se ha fracasado en el intento mundial de controlar las drogas con la represi?n.

Nunca antes, como en los ?ltimos a?os, la derrota de la 'Guerra contra las drogas' hab?a sido tan clara. El 76 por ciento de los norteamericanos considera que fracas?. La crisis de M?xico, que al finalizar este a?o sumar? 30.000 muertos, es la prueba de que la violencia que produce el narcotr?fico es una epidemia para la cual a?n no se ha descubierto la cura. Y la ONU hace cuatro meses lanz? un SOS advirti?ndole al mundo que las mafias est?n poniendo en serio peligro a los Estados.

Es cierto que otras veces en la historia se ha ondeado la bandera de la legalizaci?n. La diferencia ahora es que ya no son unos extremistas libertarios, casi hippies, o unos visionarios incomprendidos, como Milton Friedman y ?lvaro G?mez, los que la llevan al hombro. Se ha comenzado a masificar de tal manera esa convicci?n que no es nada estramb?tico pronosticar que en unos a?os el mundo estar? siendo testigo de esta revoluci?n.

En las ciudades de todo el mundo se est? dando una din?mica contundente para legalizar la marihuana. Sin embargo, por ahora, y por prudencia, los l?deres pol?ticos solo hablan a favor de despenalizar su consumo. Lo que piensan en privado, sin embargo, no corresponde necesariamente a lo que dicen en p?blico, por temor a un suicidio pol?tico. De ah? que la mayor?a de los jefes de Estado que comienzan con intenciones de legalizar recurren siempre al libreto de que esta solo ser? posible cuando sea decisi?n global y no unilateral de uno o varios pa?ses. Pero lo cierto es que la despenalizaci?n es pr?cticamente ya una realidad. Y despenalizar sin legalizar es como estar un poquito pre?ado. Y eso es muy dif?cil.
Por eso, m?s temprano que tarde se llegar? a la legalizaci?n.

Uno de los argumentos m?s fuertes a favor de esta iniciativa es que ya est? probado que la c?rcel le hace m?s da?o a un consumidor de marihuana que fumar la yerba misma. Pero el problema para pasar de la despenalizaci?n a la legalizaci?n es que as? como es posible equiparar el fen?meno de la marihuana con el del alcohol, no ocurre lo mismo con la coca?na. Y legalizar la producci?n y el consumo de coca?na es visto como una aventura m?s riesgosa que la de la marihuana. De no ser porque el libre mercado de la una pareciera abrir la puerta a la otra, ya hace rato se habr?a legalizado la primera.

Ya ni siquiera sorprende o escandaliza que un personaje salga del cl?set en contra de la prohibici?n. El pronunciamiento m?s reciente fue de George Soros, el multimillonario que adem?s sac? de su bolsillo un mill?n de d?lares para la campa?a en favor de la legalizaci?n. En una columna publicada el jueves pasado en The Wall Street Journal, habla bellezas de lo ?tiles que ser?an los 1,4 billones que California recibir?a en materia de impuestos si se legalizara la marihuana.

La paradoja de lo que se dice en p?blico y lo que se hace en privado ha quedado reflejada en las ?ltimas encuestas en California. A pesar de que hay unos 400.000 consumidores de marihuana medicinal y 700 dispensarios legales en donde se consigue la yerba, las encuestas dicen que el 51 por ciento est? en contra de legalizarla. Sin embargo, al principio del mes los sondeos dec?an lo contrario. En todo caso, si el referendo llegara a pasar en California se abrir?an inmediatamente las compuertas para que los pa?ses productores, comenzando por los de Am?rica Latina, le exijan a los Estados Unidos una pol?tica coherente. Como el propio presidente Juan Manuel Santos manifest?, es muy dif?cil explicarle a un campesino colombiano que puede ir a la c?rcel por sembrar marihuana, cuando en el estado m?s rico de los Estados Unidos se puede producir, vender y consumir libremente.

Ese riesgo de abrir la compuerta de la rebeli?n de los pa?ses productores ha hecho que los cruzados de la prohibici?n blandan sus espadas para ponerles coto a las tendencias liberacionistas. Hasta centros de pensamiento, como la Rand Corporation, patrocinada por el Pent?gono, publicaron informes para disuadir a los latinos de votar por el 'S?'. La tesis central del estudio es que la legalizaci?n en California no tiene ning?n efecto sobre la violencia en M?xico. Eso puede ser as?, pero lo que es indiscutible es que la legalizaci?n a nivel mundial erradicar?a la violencia que han generado las mafias que surgen por la ilegalidad.

Para los abanderados de la legalizaci?n, perder el referendo no significa perder la guerra. Ya se est?n preparando para la pr?xima batalla, que tendr? lugar en Davos, el foro de la ?lite econ?mica del mundo, en enero.

Para entonces, la comisi?n que lideran los ex presidentes C?sar Gaviria, Fernando Henrique Cardoso y Ernesto Zedillo, y que est? a favor de eliminar la prohibici?n de la marihuana, se va a ampliar con otras figuras de talla mundial como el ex secretario de Defensa de Estados Unidos William Perry y el ex secretario del Consejo de la Uni?n Europea Javier Solana. Que el futuro de la pol?tica sobre las drogas llegue al coraz?n de un foro de esa importancia y deje de ser dominio exclusivo de los agentes de las tres letras (el FBI, la CIA y la DEA) puede cambiar por completo el manejo que se le da a ese problema.

La cr?nica del fracaso


No se necesita ser muy inteligente para concluir que 40 a?os despu?s de que Richard Nixon declar? de manera oficial la "Guerra contra las drogas", esta ha fracasado.

Las cifras son elocuentes. La coca se extendi? a m?s pa?ses -de 44 en 1980 a 130 hoy- y el consumo en el mundo es impresionante -cerca de 250 millones de personas usan drogas il?citas al menos una vez al a?o-.

La traba azota por igual a ricos y a pobres. En Estados Unidos, hace 30 a?os los detenidos por delitos relacionados con la droga no llegaban a 50.000. Hoy, al a?o, arrestan cerca de 1,6 millones de personas, de las cuales 700.000 resultan condenadas. En Europa, los n?meros tambi?n son escandalosos: el gobierno brit?nico inform? que la abundancia de coca?na es tal en su pa?s que es tan f?cil de obtener como una cerveza o una copa de vino.

Lo peor es que no son solo ciudadanos de a pie los que han terminado involucrados en este mundo de la ilegalidad. Es de conocimiento p?blico que los ?ltimos tres presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, Bill Clinton y George Bush, consumieron drogas. Clinton, para protegerse, aclar? que fum? marihuana pero que no la inhal?, con lo cual hizo un oso mundial. Barack Obama, seg?n sus propias palabras, no solamente la prob? sino que la inhal? "frecuentemente, porque de eso se trataba".

Bush se neg? a contestar preguntas sobre el tema pero todos sus compa?eros de clase dicen que consum?an con ?l. ?Por qu? no fueron encarcelados estos tres presidentes? (por no hablar de los candidatos de la reciente contienda presidencial en Colombia, cuatro de los cuales admitieron haber fumado marihuana, incluyendo al hoy presidente, Juan Manuel Santos).

En el mundo pobre o en desarrollo la guerra ha sido a?n m?s devastadora. Ese pr?spero mercado ilegal les da sentido a las mafias, que no solo producen aterradoras estad?sticas de sangre, sino que carcomen las instituciones de un pa?s. Se ha demostrado que en mayor o menor grado corrompen a la justicia, a los partidos pol?ticos, al Congreso, a los organismos de seguridad, a los gobiernos y hasta a las guerrillas, como ocurri? en Colombia.

The Economist plantea que "la guerra contra las drogas ha sido un desastre pues ha producido estados fallidos en el mundo en desarrollo". Y los ejemplos pululan. Al presidente de Guinea Bisseau lo mataron por un l?o que ten?a con uno de los carteles. Y en Afganist?n, el mercado de la amapola es una tercera parte del producto interno bruto. El general James Jones, ex comandante de la Otan, antes de ser asesor de seguridad de Obama dijo que la situaci?n en Afganist?n se deterior? "por el tr?fico de drogas, que es sin duda alguna la fuerza econ?mica que nutre el resurgimiento de los talibanes".

En Am?rica Latina la situaci?n no es mejor. El tr?fico en Guatemala, Honduras y El Salvador est? aumentando vertiginosamente. El primo del Presidente paname?o ha sido detenido por lavado de d?lares. Y M?xico est? a?n peor que Colombia. Se han visto los peores horrores de esta guerra, masacres de 72 personas y cuerpos sin cabeza colgando de puentes. La semana pasada fue calificada como una de las m?s violentas, con seis matanzas, la mayor?a de ellas contra mujeres y j?venes, y la ?ltima de ellas, una emboscada el viernes en la que murieron nueve polic?as en Jalisco. El miedo es tal que en Tamaulipas les pidieron a los adultos que no se disfrazaran en la Noche de las Brujas. As? como alguna vez le toc? a un antiguo para?so como Medell?n verse convertido en un infierno como el Chicago en los tiempos de Al Capone, ahora el turno es para las ciudades mexicanas.

La situaci?n es tan grave en el pa?s azteca que el ex zar antidrogas de los Estados Unidos Barry McCaffrey dijo que M?xico estaba en riesgo de convertirse en un Estado fallido y lo tild? de "narcoestado". La lecci?n es muy clara: el negocio no se acaba sino que se trasforma. En Colombia se ha presentado una transformaci?n del mismo por cuenta del bloqueo al tr?fico por el Caribe, el cual hizo que el principal destino de las drogas colombianas no sea ya Estados Unidos sino M?xico. De ah?, los mexicanos inundan a los gringos.

Pero ese cambio geogr?fico no ha disminuido los costos para el pa?s. Colombia tuvo que triplicar su fuerza p?blica hasta convertirla en una de las m?s grandes de la regi?n por n?mero de habitantes, y por ende su mantenimiento amarra las finanzas del Estado. Los resultados, aunque buenos apenas en los dos ?ltimos a?os, est?n lejos de ser ?ptimos. Cuando empez? el Plan Colombia hab?a coca en ocho departamentos, hoy hay en 24. La producci?n sigue siendo la m?s alta del mundo y el narcohurac?n dej? a su paso una da?ina estela de corrupci?n.

Los generales m?s consagrados de la guerra contra las drogas tienen su propio arsenal de argumentos para mantener el statu quo. Esgrimen los datos m?s recientes que muestran una ca?da mundial en el cultivo de coca -13 por ciento de 2007 a 2009- y en el consumo en Estados Unidos -de 10,5 millones de consumidores en los 80 a 5,3 en 2008-. El problema es que esas mejoras que se han visto sobre todo en los dos ?ltimos a?os no garantizan que sean definitivas, pues tambi?n se ha visto en otros periodos una ca?da de los indicadores seguida de un alza.

Lo ?nico que de verdad ha sido constante es la teor?a de que el mercado de la droga es como un globo al que si se le aprieta por un lado se expande por el otro. As? como baja el consumo en Estados, Unidos crece en Europa. As? como baja el cultivo en Colombia 58 por ciento, crece de nuevo en Bolivia 110 por ciento, y en Per?, 38 por ciento.

Las anfetaminas, con 30 millones de consumidores, tienden a superar a los usuarios de la coca. Y, seg?n los expertos, solo falta que se logre dise?ar una droga de laboratorio que sea compatible con el alcohol para que la coca pase a la historia.

Tras estos 40 a?os de sangre, sudor y l?grimas no solo est? claro que la guerra se ha perdido, sino tambi?n que leyes severas en materia de drogas no producen autom?ticamente una reducci?n de su uso. Para la muestra est?n pa?ses como Estados Unidos y Gran Breta?a, que siendo los m?s estrictos en la prohibici?n, son tambi?n los que padecen m?s el consumo.

Huele a legalizaci?n

A pesar de todas esas evidencias, a la hora de tomar las decisiones pol?ticas se produce un extra?o efecto y a todos los presidentes en ejercicio les da miedo reconocer que el paradigma de la prohibici?n fracas?. El caso m?s dram?tico es el del propio Barack Obama, quien cuando hac?a campa?a para el Senado, en 2004, dijo que "la guerra contra las drogas es un fracaso completo", y ahora como Presidente ha tenido que mantener la ca?a de la prohibici?n. Sin embargo, con tacto, ha dado pasos.

Primero, en mayo del a?o pasado, su zar antidrogas, Gil Kerlikowske, advirti? que el gobierno no iba a utilizar la expresi?n "Guerra contra las drogas" porque era "contraproducente". Y en octubre, el fiscal general, Eric Holder, anunci? que no perseguir?n la venta de marihuana en los estados donde est? permitido su uso medicinal.

Muchos, en ese momento, se preguntaron si eso significaba que la marihuana hab?a sido legalizada por la puerta de atr?s. Pero lo cierto es que se trata de un fen?meno que sin mayor esc?ndalo est? recorriendo el mundo. En Suram?rica y Europa -con excepci?n de Suecia-, en la d?cada que termin?, pr?cticamente todos los pa?ses despenalizaron, en mayor o menor grado el consumo. Ecuador, incluso, decidi? indultar por Constituci?n a las llamadas 'mulas'. Y en Estados Unidos, a los 13 estados en los que se puede comprar legalmente la yerba se les van a sumar probablemente unos 15 m?s en el futuro cercano. Eso quiere decir que, en pocos a?os, m?s de la mitad de los estados de la Uni?n habr?an legalizado la marihuana.

A esa corriente libertaria la ayuda el hecho de que en pa?ses como Holanda, donde la venta de cannabis es abierta, el consumo no es mayor que en pa?ses vecinos como Alemania y B?lgica, y es m?s bajo que en Inglaterra, Francia o Espa?a.

Pero hoy existe un elemento nuevo a favor del cambio, que la revista Fortune defini? as?: "Estamos sumidos en la peor situaci?n econ?mica desde la Gran Depresi?n, lo que hace que la perspectiva de recaudar impuestos por la venta de marihuana sea tan atractivo para los pol?ticos contempor?neos como lo fueron los impuestos de la cerveza, el vino y el licor para el presidente Roosevelt cuando asumi? el cargo en 1933, a?o en que la prohibici?n fue derogada". Que el tema se vaya a discutir en el foro de Davos no es solo una mera coincidencia. Ni tampoco es coincidencia que George Soros diga en su columna lo productivo que ser?a para su pa?s legalizar la marihuana no solo por la cantidad de dinero que se ahorrar?a -13.500 millones de d?lares que se gasta en reprimir el consumo, seg?n un estudio de Harvard-, sino tambi?n por los impuestos que esta industria generar?a -en el mundo mueve 106.000 millones de d?lares seg?n el ?ltimo informe de la ONU-. En pa?ses como M?xico podr?a convertirse en una multinacional que generar?a cientos de miles de empleos y 20.000 millones de d?lares en ventas.
Es decir, los g?nsteres quedar?an a un lado para darles paso a los empresarios leg?timos y a las arcas del Estado. Sin duda, la legalizaci?n puede llevar a un aumento en el mercado de las drogas. Pero el problema dejar?a de ser de mafias que amenazan a los gobiernos, para pasar a ser un asunto de educaci?n y salud p?blica. En cambio, sobre lo que s? existe un amplio consenso es en que estar atrapado en el sistema de justicia penal hace m?s da?o a los j?venes que la marihuana en s? misma.

En la historia se ha cometido el error de insistir en guerras perdidas. Ese fue el caso de Vietnam, hace 30 a?os, o el de Afganist?n e Irak en la actualidad. Ojal? no se prolongue indefinidamente ese error en la guerra contra las drogas.

"Nuestras leyes sobre la marihuana est?n claramente haciendo m?s mal que bien. La penalizaci?n de la marihuana no impidi? que esta se convirtiera en la sustancia ilegal m?s consumida en Estados Unidos y en muchos otros pa?ses". George Soros, multimillonario, en octubre de 2010.

"Nuestras leyes sobre la marihuana est?n claramente haciendo m?s mal que bien. La penalizaci?n de la marihuana no impidi? que esta se convirtiera en la sustancia ilegal m?s consumida en Estados Unidos y en muchos otros pa?ses". George Soros, multimillonario, en octubre de 2010.

"La guerra contra las drogas ha sido un desastre  (.) por eso The Economist sigue creyendo que la medida menos mala es legalizar las drogas. 'Menos mala' no significa buena". ?The Economist?, en marzo de 2009.

"La guerra contra las drogas ha sido un desastre (.) por eso The Economist sigue creyendo que la medida menos mala es legalizar las drogas. 'Menos mala' no significa buena". ?The Economist?, en marzo de 2009.

"La droga hay que quit?rsela a los criminales y pasarla a empresas y a agricultores que produzcan la marihuana; meterle un sistema impositivo de impuestos alto, para hacer la tarea que se ha hecho con el cigarro y el alcohol". Vicente Fox, ex presidente de M?xico, en agosto de 2010.

"La droga hay que quit?rsela a los criminales y pasarla a empresas y a agricultores que produzcan la marihuana; meterle un sistema impositivo de impuestos alto, para hacer la tarea que se ha hecho con el cigarro y el alcohol". Vicente Fox, ex presidente de M?xico, en agosto de 2010.

"Hay que eliminar la prohibici?n. Pero ning?n pa?s puede unilateralmente decidir la legalizaci?n sin un coste extraordinariamente grave para sus dirigentes por ello ser?a necesario un acuerdo internacional que se cumpla entre todos". Felipe Gonz?lez, ex presidente del gobierno espa?ol.

"Hay que eliminar la prohibici?n. Pero ning?n pa?s puede unilateralmente decidir la legalizaci?n sin un coste extraordinariamente grave para sus dirigentes por ello ser?a necesario un acuerdo internacional que se cumpla entre todos". Felipe Gonz?lez, ex presidente del gobierno espa?ol.

"La guerra contra las drogas ha sido un fracaso completo. Lo que necesitamos es repensar y descriminalizar las leyes de la marihuana", Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, en su campa?a al Senado de 2004.

"La guerra contra las drogas ha sido un fracaso completo. Lo que necesitamos es repensar y descriminalizar las leyes de la marihuana", Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, en su campa?a al Senado de 2004.

"Las victorias que la lucha contra las drogas puede mostrar son insignificantes comparadas con el n?mero de consumidores en los cinco continentes. ?La soluci?n? Consiste en descriminalizar el consumo de drogas mediante un acuerdo de pa?ses consumidores y pa?ses productores", Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, en enero de 2010.

"Las victorias que la lucha contra las drogas puede mostrar son insignificantes comparadas con el n?mero de consumidores en los cinco continentes. ?La soluci?n? Consiste en descriminalizar el consumo de drogas mediante un acuerdo de pa?ses consumidores y pa?ses productores", Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, en enero de 2010.

"Estoy a favor de legalizar las drogas. La mayor?a del da?o que viene de las drogas es por el hecho de ser ilegales", Milton Friedman, Premio Nobel de Econom?a, en 1976.

"Estoy a favor de legalizar las drogas. La mayor?a del da?o que viene de las drogas es por el hecho de ser ilegales", Milton Friedman, Premio Nobel de Econom?a, en 1976.

La masacre de 72 indocumentados en la frontera entre Estados Unidos M?xico, el pasado septiembre, conmocion? y le record? al mundo los efectos perversos de la prohibici?n de las drogas. Los hechos ocurrieron  en medio de una violenta lucha entre carteles.

La masacre de 72 indocumentados en la frontera entre Estados Unidos M?xico, el pasado septiembre, conmocion? y le record? al mundo los efectos perversos de la prohibici?n de las drogas. Los hechos ocurrieron en medio de una violenta lucha entre carteles.

As? est? el panorama mundial de las drogas.

As? est? el panorama mundial de las drogas.

Fuente: ?Marihuana legal?, Articulo Impreso - Semana.com


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