Viernes, 28 de mayo de 2010
El alcalde indescifrable
Un recorrido por el lado oscuro de la Municipalidad de Lima.
Por Ricardo Uceda
Si no ocurre algo extraordinario, el alcalde de Lima Luis Casta?eda acabar? su segundo mandato a fines del 2010 con una amplia aceptaci?n. Algo extraordinario ser?a, por ejemplo, que las investigaciones sobre el caso Comunicore avanzaran hasta el grado de implicarlo. Pero primero habr?a que demostrar si hubo funcionarios beneficiados por pagar repentinamente una deuda refinanciada meses antes. Las sospechas, a partir de lo publicado por el diario Per? 21, se ciernen sobre dos gerentes municipales discretamente suspendidos en sus cargos. Otro hecho fatal para la popularidad del alcalde ser?a que el Metropolitano, una vez en funciones, no demostrara virtudes sino defectos. Sin embargo, los m?s duros cr?ticos de la gesti?n del alcalde admiten que ser? de gran beneficio para la capital.
Hasta el momento se han malmirado las incesantes postergaciones, los continuos aumentos en el presupuesto. Pero todo eso pasar? al olvido si el sistema funciona bien.
El legado de Casta?eda ser? su inversi?n en infraestructura vial y en transporte p?blico, realizada luego de reformar las finanzas del Municipio en su primer per?odo. Este "vialismo" es rentable pol?ticamente, y por eso el alcalde, pese a un descenso de 85 a 68 por ciento de aprobaci?n de enero a abril, piensa que puede ser presidente de la Rep?blica. Seg?n la encuestadora Ipsos Apoyo, la ca?da se deber?a a los retrasos del Metropolitano, que son percibidos como ineficiencia. No menciona como causa el caso Comunicore, pero podr?a ser una de ellas. Habr?a que a?adir que actualmente la ciudad parece partida en pedazos en varios distritos, pues siguen construy?ndose pasos a desnivel -al final de su mandato habr? 10 nuevos en zonas populosas y de clase media- y ensanch?ndose avenidas fundamentales. Ya que esto causa irritaci?n mientras no puede disfrutarse, es dable suponer que la popularidad de Casta?eda, con base en su imagen de trabajador, sigue alimentada por la ingeniosa construcci?n de 3.000 escaleras en los cerros que rodean Lima, por donde antes trepaban como gatos millones de personas para regresar a sus viviendas. El mismo Casta?eda ve en estas escaleras el toque distintivo de su gesti?n, pues en abril del 2007, al asumir su segundo mandato, en la mitad de su discurso se pregunt?:
-?C?mo sub?an antes? All? est? el logro. All? est? el resumen de la filosof?a. Eso es generar inclusi?n social.
Con el mismo pensamiento, transform? los parques zonales que los distritos ten?an abandonados en siete grandes clubes sociales populares con piscinas y ambientes de recreaci?n, que los fines de semana complacen a familias de los conos que antes no ten?an esta diversi?n a su alcance. Por ?ltimo, otro distintivo de la gesti?n de Casta?eda ser?n los Hospitales de la Solidaridad. Por muchas reservas que se tengan sobre su idoneidad, expresadas por voceros que sostienen que la calidad de la atenci?n tiene altibajos, que no hay historias cl?nicas y que no son fiscalizados, lo cierto es que son la "ni?a de los ojos" de la administraci?n. Luego de reconvertir buses abandonados, tr?ileres, frigor?ficos y hasta barracas, los hospitales m?viles atienden r?pido y barato, la cantidad de gente satisfecha es abrumadora y, por a?adidura, el sistema rinde beneficios econ?micos.
-Sin duda es la obra social m?s emblem?tica -dice el teniente alcalde Marco Parra-. De acuerdo con nuestras encuestas, la poblaci?n cree que estos centros son mejores que los hospitales nacionales de salud.
Para los cr?ticos de Casta?eda, todas estas obras se ven opacadas por la falta de transparencia de su gesti?n. En una entrevista para esta nota, Parra no pudo mencionar un estudio comparativo entre el rendimiento de los hospitales de la Municipalidad y los del Ministerio de Salud. Sin embargo, d?ndose por ciertas las virtudes del sistema, no se explica que a la regidora de oposici?n Marisa Glave el Municipio no le entregue las cifras correspondientes a su funcionamiento.
-?Cu?ntos Hospitales de la Solidaridad hay en Lima y en convenio con las municipalidades? ?Cu?les son las distintas tarifas? ?Cu?l es el convenio marco de vinculaci?n con los m?dicos? He pedido todo eso por escrito y no me lo dan.
La desatendida pregunta de Glave -error pol?tico y falta administrativa a las que una gesti?n exitosa hacen m?s patentes- ha llevado a muchos a preguntarse si se trata solamente de un problema de comunicaci?n o hay algo m?s de fondo en esta falta de transparencia.
Por un lado, es obvio que hay un asunto de estilo. Al evaluar la gesti?n de Casta?eda con ocasi?n del ?ltimo aniversario de Lima, el arquitecto Augusto Ortiz de Zevallos dijo a La Rep?blica que su principal cr?tica al alcalde, reconociendo que es eficaz y trabaja bastante, era su poca apertura y su prescindencia de la opini?n de los otros.
-Lo que me distanci? inicialmente de Casta?eda -a?adi? AOZ, quien fue regidor y hoy asesora el proyecto de la Costa Verde- fue que rompiera con la tradici?n, respetada por Barrantes, Del Castillo o Andrade, de convocar al cuerpo de regidores, una tradici?n de pluralidad que hac?a que la ciudad se pensara en conjunto. Este prescindir de la opini?n de los otros contin?a.
El alcalde no asiste a las sesiones semanales del Concejo Metropolitano. Est? unos minutos, pasa lista a los asistentes, firma el acta de la sesi?n anterior y se va. Usualmente lo reemplaza el teniente alcalde, Marco Parra.
Antes de que pidiera licencia, el regidor del APRA Carlos Calder?n sol?a hacer constar en acta los minutos que demoraba Casta?eda en la sesi?n del Concejo antes de retirarse. En una ocasi?n, en mayo del 2007, le dijo:
-Quiero dejar constancia de que abandon? la sesi?n a los 10 minutos, rompiendo su r?cord de permanencia hasta ahora.
El problema puede venir del dominio que tiene el alcalde sobre el Concejo Metropolitano. Solidaridad Nacional controla una nutrida delegaci?n de concejales propios y amigos, gente que sin mayor sufrimiento se pas? a las filas del oficialismo. Lo m?s llamativo fue la deserci?n de los representantes de Restauraci?n Nacional, del pastor Humberto Lay: seis de los siete elegidos se volvieron casta?edistas, comenzando por Diego Uceda, el mismo d?a de la juramentaci?n.
Actualmente, de 39 regidores solo 12 son de oposici?n. Pero con matices. El representante del fujimorismo, el general Walter Chac?n, nunca interviene. El APRA, con cinco eficaces representantes, no hizo una oposici?n que pusiera en riesgo las buenas relaciones que Alan Garc?a mantiene con Casta?eda. Un opositor calificado es el abogado Germ?n Aparicio, quien fuera teniente alcalde de Alberto Andrade en Lima y en Miraflores, y que encabeza la representaci?n de Somos Per? por tercer per?odo consecutivo. En esta delegaci?n, de tres miembros, figura como invitado el soci?logo Rafael Garc?a, experto en sistemas de transporte masivo. Uni?n por el Per? se qued? con un concejal, porque el segundo bate palmas por el alcalde.
Finalmente, est? la minuciosa Marisa Glave, invitada del Partido Nacionalista, acaso la voz m?s disconforme, aunque al hablar sobre sus agobiantes inquisiciones dijo para esta nota:
-Ya me cans?.
En el otro lado, el personaje m?s importante es Marco Parra, abogado y empresario, secretario general de Solidaridad Nacional. Parra maneja el Concejo, aunque no est? involucrado en la administraci?n. Le sigue la arquitecta Norma Yarrow, presidenta de la comisi?n de Transporte, tambi?n del partido, colaboradora de Casta?eda desde que este dirig?a el sistema de peajes de Lima, a fines de los a?os ochenta. Son muy importantes tres aliados: el abogado proveniente de la izquierda ?ngel Delgado, presidente de la comisi?n de Asuntos Legales, y dos regidores que llegaron en el 2002 por Somos Per? y Di?logo Vecinal -de Jaime Salinas-, respectivamente: Roxana Rocha y Luis Davelouis. Presiden las comisiones de Desarrollo Urbano y Econom?a. Todos ellos, cada jueves a las cinco de la tarde, sustentan las propuestas de ordenanzas y acuerdos, las ampliaciones presupuestales, las numerosas cuestiones necesarias para cumplir las 35 funciones que asigna al Concejo Metropolitano la Ley de Municipalidades. En las sesiones intervienen pocos por el oficialismo y la oposici?n. Usualmente son los mismos, no m?s de ocho personas.
En este espacio se ha producido, adem?s, un cambio significativo respecto de las administraciones anteriores. El alcalde no est?.
El teniente alcalde parece siempre apurado por acelerar la reuni?n. Los informes, pedidos y acuerdos se suceden r?pidamente. A diferencia de las sesiones con los anteriores alcaldes, que pod?an durar hasta las nueve de la noche, estas pueden terminar antes de una hora. Aqu? est? otra explicaci?n de las cr?ticas. La mayor?a gobernante considera que el debate es improductivo, sin?nimo de conflicto. Adem?s, la m?nima expresi?n de los opositores no lo justifica.
La legislaci?n y el escrutinio de un concejal no solamente abarcan la gesti?n del cuerpo central de la municipalidad, con sus 17 gerencias y m?s de 30 subgerencias, sin contar otros programas y proyectos. Adem?s hay 14 instituciones de manejo externas, entre ellas poderosas empresas con car?cter de sociedad an?nima e instituciones descentralizadas que manejan la mayor parte del dinero municipal, como Emape, de peajes; Protransporte, a cargo del Metropolitano; Emilima, de inversiones inmobiliarias; y EMMSA, de mercados. Est?n Invermet y el Servicio de Administraci?n Tributaria (SAT). Es imposible que un regidor -que gana 3.000 soles mensuales y suele destinar, si es laborioso, un d?a de la semana a sus funciones- conozca los detalles de los asuntos que va a decidir. Sin embargo, su responsabilidad incluye todo el funcionamiento del sistema.
En forma paralela a las sesiones de la comuna, funcionan las comisiones. Cada una de ellas, con m?s de 10 miembros, convoca a los principales funcionarios para que informen a los regidores y estos puedan opinar en un sentido o en otro. No necesariamente asiste la mayor?a. A diferencia de las reuniones del Concejo, donde se registra todo lo que los presentes dicen, en comisiones las actas resumen los temas tratados y los pareceres. No necesariamente acuerdos, pues los principales van al Concejo. Tampoco se entregan informes escritos, salvo en temas inocuos. La informaci?n es de palabra, in?til para hacer un cuestionamiento en regla. Uno podr?a pensar que un presidente de comisi?n, como Delgado o Davelouis o Rocha o Yarrow, por su posici?n en el Concejo y por su prominencia en el partido, son los personajes centrales de la administraci?n municipal. No es as?. Ni siquiera Marco Parra lo es.
Debajo de Casta?eda, el principal gobernante es ?ngel P?rez, presidente de Protransporte, el instituto encargado de construir el Metropolitano. Hasta el 2009 ejerc?a esta funci?n al mismo tiempo que la de gerente municipal, el principal cargo administrativo de la comuna. Como Yarrow, trabaja con Casta?eda desde los ochenta, y ha gerenciado todos sus proyectos. P?rez es principal por su experiencia y cercan?a con el alcalde y por la envergadura de la obra, y al costado suyo habr?a que mencionar a otros tecn?cratas que son las personas a las que realmente escucha Casta?eda y con las que trabaja cotidianamente y toma decisiones. Por ejemplo, Carlos Bustamante, gerente de Emape; Luis Rubio, que maneja los Hospitales de la Solidaridad; Flor de Mar?a Valladolid, de Emilima; Giselle Zegarra, que promueve la inversi?n privada; Juan Blest, el art?fice de la reingenier?a financiera. Cualquiera de ellos es m?s importante que un presidente de comisi?n.
Donde usualmente despacha Casta?eda es en Emape. Por su formaci?n e idiosincrasia, el alcalde encuentra m?s provechoso reunirse con un grupo de ingenieros y planificadores que con los elegidos para gobernar. En estas instancias, y no durante los di?logos t?cnicos en las comisiones o en las reuniones del Concejo Metropolitano, es donde se decide realmente la marcha municipal. Las sesiones de los jueves son para Casta?eda una p?rdida de tiempo. Adem?s, seg?n un amigo suyo:
-Lucho sufre en los largos debates, con peroratas. Si fuera parlamentario se morir?a: le da un ataque al coraz?n.
Casta?eda, sin embargo, tiene una coartada, m?s all? de que sus ausencias no son antirreglamentarias: ?l fue elegido para gestionar la Municipalidad as? como el Concejo que preside para fiscalizarlo y aprobar ordenanzas. Haciendo un paralelo con el gobierno central, ?l encabeza un poder ejecutivo y el cuerpo de regidores hace el contrapeso. As? las cosas, siendo deseable que el alcalde asista a las sesiones, no se justificar?a que el Concejo coarte los debates y renuncie a ser un centro de deliberaciones. Como Marco Parra conduce las sesiones, este estilo es suyo y no de Casta?eda.
En una sesi?n de Concejo, un regidor puede solicitar informaci?n, y entonces el secretario toma nota del pedido y lo tramita para que los funcionarios correspondientes la provean. Esto ocurre cuando la informaci?n proporcionada en las comisiones es insuficiente o cuando se requiere recibir datos por una v?a formal.
La opositora Marisa Glave reconoce que presidentes de comisi?n como Norma Yarrow o Luis Davelouis han sido muy sol?citos para brindarle informaci?n ?til para su gesti?n, pero, a la larga, ha resultado insuficiente. Seg?n Glave, desde que estall? el caso Comunicore han dejado de darle cualquier informaci?n.
Varios regidores de oposici?n han venido pidiendo informaci?n repetidamente sobre ciertos temas relevantes, y buena parte de ella no les ha sido entregada. La situaci?n ha llegado al punto que la principal cr?tica de la oposici?n ya no es tanto que el Metropolitano se retrasa o que el caso Comunicore debi? ser investigado por el propio Municipio, sino que los regidores no son informados adecuadamente. Uno de ellos est? evaluando denunciar penalmente al secretario general de la Municipalidad, Jos? Alberto Dan?s, por omisi?n de deberes funcionales. ?Es tan grave la situaci?n?
Para el teniente alcalde Marco Parra la falta de transparencia es producto de la posici?n pol?tica radical y juvenil de una regidora que va a cumplir 28 a?os, Marisa Glave, "que provino del Partido Nacionalista y est? creciendo pol?ticamente". Admite que hay pedidos no respondidos por falta de tiempo y porque resulta m?s eficaz que los regidores interesados se dirijan a las gerencias para tomar datos directamente, o que recurran a las comisiones.
-Se supone que un regidor no se informa en el Concejo sobre lo que va a decidir, sino en las comisiones. All? se da toda la informaci?n. Lo que pasa es que no van. O no entienden la informaci?n que se les da. Eso ya no es problema nuestro.
Cuando comenz? la segunda gesti?n, en enero del 2007, el regidor aprista Carlos Calder?n objet? que la mayor?a hubiera reducido el n?mero de comisiones, y que las presidencias se hubieran decidido sin di?logo. En realidad, a?n no se hab?an decidido, pero la propuesta ya estaba en mesa y la mayor?a solo ten?a que levantar la mano para aprobarla. Calder?n ped?a un gesto pol?tico, un poco de negociaci?n, que no se dio despu?s de su intervenci?n en el Concejo. Por su parte, Marisa Glave y Rafael Garc?a se reunieron con Marco Parra para saber si en el marco de lo que Solidaridad Nacional quer?a hacer, podr?a haber algunas proximidades con lo que ellos propon?an.
-Sacamos la impresi?n de que nos ningune? -dijo Garc?a-. Dijo "ya veremos" o algo as?, fiel al estilo de ellos, impenetrable.
Por entonces ya estaba claro que el principal proyecto de la segunda administraci?n de Solidaridad Nacional ser?a el Metropolitano. Eso lo sab?an todos, porque el presupuesto hab?a sido aprobado, como una idea b?sica, durante el primer per?odo.
Precisamente una discusi?n de fondo que se dar?a en el Concejo Metropolitano ser?a a prop?sito de la ampliaci?n presupuestal para esta obra. Pero antes habr?a dos temas de menor relevancia que trascendieron al p?blico y que animaron, de alg?n modo, la monoton?a de las reuniones de los jueves.
La primera fue el asunto de las piletas. Durante la campa?a electoral Casta?eda dijo que las piletas del Circuito M?gico del Agua, una obra que ahora solo suscita elogios, "no le costar?an un centavo" al Municipio. En realidad, la comuna gastar?a unos 16 millones de d?lares en las piletas, como se comprob? cuando Flor de Mar?a Valladolid, presidenta de Emilima, lo admiti? mucho despu?s en el Concejo. En realidad, Valladolid nunca dijo otra cosa, pero Casta?eda y Parra s?. Cuando los regidores de oposici?n empezaron con las preguntas, Parra dio a entender p?blicamente que varias empresas privadas costear?an las piletas.
Tampoco era cierto, aunque lo ser?a despu?s. Glave obtuvo los supuestos convenios de los que se hablaba y eran cartas de intenci?n. En las instalaciones del Circuito M?gico del Agua uno puede ver, sin embargo, anuncios de Coca-Cola y del Banco de Cr?dito.
-Desde el 2007 pido esos convenios y no me los dan -dice quien fuera brazo derecho de Andrade, Guillermo Aparicio-. Yo no digo que haya nada incorrecto. Pero quiero saber a cu?nto est?n valorizados estos anuncios, y por cu?nto tiempo. A lo mejor cedimos los anuncios por muy poco, o por mucho, no lo s?. A lo mejor los convenios caducaron. ?Se firmaron otros? No lo s?.
No me contestan la informaci?n. La Municipalidad de Lima dice que es informaci?n confidencial de un contrato privado.
Consultado para esta cr?nica, el regidor Marco Parra dijo que a Aparicio le fue mostrado un contrato, pero que no pod?an darle una copia. Admiti? que un juez, ante un pedido amparado en la ley de transparencia, podr?a ordenar la entrega del documento.
-Que lo haga el juez, pero nosotros no podemos violentar un contrato privado. Por otra parte, ?qu? m?s da que el dinero lo haya puesto la Municipalidad o los privados? ?Acaso la obra no est? sobradamente justificada?
El Circuito M?gico del Agua es ahora un orgullo de la ciudad, y de la administraci?n. Genera ingresos que han posibilitado hacer un fideicomiso para reparar pr?ximamente el Teatro Municipal.
Viendo las cosas en retrospectiva, un regidor de la mayor?a dijo para esta nota que fue un error no informar claramente lo de las piletas.
-Fue un error de informaci?n, impensado. Ahora d?game: ?qu? importancia tiene eso? Tengo la impresi?n, disculpe estas palabras, de que lo que le preocupa a alguna gente de la oposici?n son cojudeces.
Otro caso ilustrativo para entender la l?gica de la mayor?a municipal fue el descubrimiento de que el congresista y prominente l?der de Solidaridad Nacional Walter Menchola usaba como propia una camioneta de Emape. No solo ?l: en realidad su protegida, la estudiante universitaria Karen Ku y el hermano y el padre de esta. Menchola hab?a sido regidor en el primer gobierno de Casta?eda pero ya no ten?a ning?n v?nculo formal con la Municipalidad. Lo peor era que Menchola hizo que el Congreso contratara a la se?orita Ku para la bancada de Unidad Nacional.
Ella no iba a trabajar aduciendo enfermedad, y presentaba certificados m?dicos falsificados. La revelaci?n, hecha por el programa Cuarto Poder, de Am?rica Televisi?n, y seguida con excitaci?n por toda la prensa, deriv? en una suspensi?n de 120 d?as para Menchola en sus funciones de congresista.
Aunque el esc?ndalo repercuti? principalmente en el Congreso, por la condici?n de congresista del implicado, la situaci?n en la Municipalidad era en cierto modo m?s embarazosa. Menchola era fundador de Solidaridad Nacional, af?n hasta el tu?tano con Casta?eda. A simple vista, solo una autorizaci?n del m?s alto nivel pod?a permitirle el privilegio al parlamentario. Como m?nimo, una autorizaci?n del presidente de la empresa o del gerente general, Carlos Bustamante. El Concejo Metropolitano nombr? una comisi?n investigadora que desarroll? un proceso farragoso, s?ntoma del problema pol?tico: las cabezas eran personas fundamentales para Casta?eda. Las bit?coras de los veh?culos fueron entregadas a la comisi?n cuatro d?as antes de que culminara sus funciones. Los choferes no se presentaron a declarar. Finalmente, tras dos meses de b?squeda para contestar una sola pregunta (?qui?n autoriz? el uso de las camionetas?), la comisi?n encontr? responsabilidad en mandos menores.
-Carlos Bustamante no pod?a caer -dijo una fuente influyente en la Municipalidad-. Si era responsable por cualquier tonto error, hab?a que salvarlo.
En el tema de fondo, el Metropolitano, el manejo de las cifras suscita controversia hasta ahora entre los propios l?deres del Municipio. No hace mucho, el teniente alcalde Marco Parra admiti? que el presupuesto inicial del Metropolitano fue de 154 millones de d?lares. Casta?eda sali? a rectificar: esa fue, dijo, una cifra referencial, antes de los estudios definitivos. El costo del Metropolitano es hoy, cifra oficial, de unos 300 millones de d?lares. Si se considera que el recorrido cubre 25 kil?metros, se tienen 12 millones de d?lares por kil?metro. El regidor Rafael Garc?a hizo el c?lculo de este costo en el 2008, cuando en el Concejo se propuso uno de los varios aumentos presupuestales. Por entonces los regidores de la mayor?a salieron al frente de Garc?a, para desmentirlo. "Costar? 6,5 millones [por kil?metro]", dijeron. Ahora nadie duda del costo total, hasta el momento. Pero ?cu?l es el problema?
-Yo creo que, en lo fundamental, tenemos que ver a cu?nta gente va a beneficiar el Metropolitano -dice Rafael Garc?a-. Si consideramos que en su primera fase atiende un 10 por ciento del transporte p?blico y sobre todo rompe la inercia de un sistema perverso, y que se mantiene sin subsidio, yo lo asumo as? de caro como est?. Realmente va a beneficiar mucho a la ciudad.
Viniendo de alguien que ha sido duramente cr?tico con la poca claridad de las cifras presupuestales, la reflexi?n es significativa. Garc?a no olvida que est? pendiente la explicaci?n presupuestal. "Ellos tienen que decirnos por qu? cost? tanto. Seguramente los 300 millones est?n all?, pero falta saber c?mo".
El proyecto del Metropolitano procede de una idea original de Alberto Andrade, dos veces alcalde de Lima (1996-2002), quien desarroll? la mayor parte de sus gestiones en controversia con el gobierno de Fujimori. Por buen tiempo, la capacidad de gasto de la Municipalidad dependi? de avales del Poder Ejecutivo, y Andrade no los tuvo. As?, a Andrade se lo recuerda principalmente porque recuper? el Centro Hist?rico de Lima, de donde expuls? a los ambulantes, pero no por sus obras viales, con excepci?n de la V?a Expresa de Javier Prado. Andrade, desde luego, quer?a hacer un gran proyecto de transporte p?blico, y despu?s de estudiar las condiciones se convenci? de que no lo podr?a hacer a partir del mu??n del tren el?ctrico dejado por Alan Garc?a. Apost?, pues, por hacer el Lima Bus, un "metro de superficie", y en las postrimer?as de su mandato defendi? esta idea contra el aspirante al sill?n municipal de entonces, Luis Casta?eda, quien quer?a un tren el?ctrico. Andrade perdi? las elecciones. Cuando Casta?eda asumi? el cargo, encontr? que su antecesor hab?a conseguido un financiamiento para su proyecto con el BID y el Banco Mundial.
En el 2003, Protransporte inici? operaciones con un presupuesto de 420 millones de soles. Pero el proyecto, que ya no se llamaba Lima Bus sino Metropolitano, no era el mismo. Casta?eda le hizo importantes transformaciones, siendo la principal una Estaci?n Central subterr?nea. Cuando fue presupuestada, en el 2006, costaba 18,5 millones de soles. Termin? costando m?s de 100 millones. Es que tambi?n esta estaci?n se transform? en los planos desde que fue concebida.
En el 2007, los nuevos regidores se dieron con que el anterior Concejo Metropolitano hab?a aprobado una ampliaci?n presupuestal de 200 millones de soles, elevando la obra a un total de 643 millones de soles. Los t?cnicos de Protransporte fueron llamados a sesi?n del Concejo para explicar los cambios. En el acta 45 de las sesiones del Concejo, del 15 de noviembre de 2007, figura el siguiente di?logo entre Marisa Glave Remy y el gerente de Proyectos e Inversiones de Protransporte, Walter Paredes:
MARISA GLAVE: Ustedes tienen un estudio que de alguna manera se?ala que la Estaci?n Central no costar?a m?s de 18,5 millones de nuevos soles. ?Ese es el supuesto del que ha partido la Municipalidad?
WALTER PAREDES: En el caso de la Estaci?n Central, los 18 millones de nuevos soles es el monto que tiene el contrato inicial de la obra.
MARISA GLAVE: Eso es lo que va a costar la Estaci?n Central seg?n el contrato inicial. Pero ?podr?a variar?
WALTER PAREDES: Lo normal es que no haya variaciones significativas.
En el 2008, Protransporte pidi? 200 millones de soles m?s. Esta vez, la sustentaci?n vino acompa?ada de una disputa p?blica.
Los funcionarios de Protransporte dijeron en el Concejo que la Estaci?n Central costar?a m?s de lo previsto, y que, entre otras necesidades, era indispensable compensar el alza de precios internacionales de los materiales de construcci?n. Fue por entonces que Rafael Garc?a declar? que era el proyecto m?s caro del que ten?a conocimiento. Casta?eda contest? a sus cr?ticos diciendo que ten?an "mentalidad de bodegueros".
As? como la Municipalidad no se explic? claramente el primer salto de 200 millones de d?lares, tampoco lo hizo suficientemente con el segundo. Tendr?a que admitir algunas ineficiencias. No es un secreto que los expedientes t?cnicos fueron elaborados m?s de una vez y que a lo largo de una misma v?a se corrigieron varias obras. Cuando Emape pidi? m?s dinero para paraderos y terminales en el Concejo, la arquitecta Carola Cuadros lo justific? diciendo que los planos que le hab?a entregado Protransporte estaban mal hechos: hab?a que medir todo de nuevo. Por otra parte, Protransporte cambi? varias veces de administraciones y de t?cnicos, produciendo nuevas obras y sobrecostos.
Marisa Glave pidi? un informe escrito en el que hubiera un cuadro detallado de aumentos por producto, y sus causas. No se lo dieron. En la comisi?n de Econom?a, recibi? un informe verbal: la Estaci?n Central terminar? costando 125 millones de soles, los costos de la infraestructura ser?n 555 millones de soles y los gastos institucionales, 200 millones. Total: 880 millones de soles.
-Pero yo no quiero una explicaci?n gen?rica -insiste Glave-. Quiero un papel, con cuadros detallados.
Ni Glave, ni Garc?a, ni Aparicio insin?an corrupci?n en la gesti?n de Casta?eda. Los tres afirman que el Metropolitano es una obra muy importante que beneficiar? a la ciudad. Sin embargo, con este proyecto se vincula principalmente su larga lista de pedidos de informaci?n no atendidos. Tienen, por supuesto, otros intereses importantes, todos referidos a l?neas exitosas de la gesti?n del alcalde. Por ejemplo, en el tema de las miles de licitaciones municipales, no obtienen copia de los contratos que la Municipalidad hizo con los entes internacionales intermediarios que las hacen, tipo la Organizaci?n de Estados Iberoamericanos o la Organizaci?n Internacional de Migraciones. ?Cu?ntas contrataciones se hicieron a trav?s de ellos? ?Cu?nto cobran?
Por su parte, y con otros m?todos, el periodista Daniel Yovera, del diario Per? 21, descubri? que la Municipalidad de Lima pag? de un porrazo 36 millones de soles que iban a ser cancelados a plazos a Relima, una proveedora de limpieza. Los pag? a Comunicore, una empresa fantasma -que despu?s de cobrar desapareci?- que poco antes le hab?a comprado la acreencia a Relima por solo 14,5 millones. El Municipio, al pagar, ahorr? intereses, pero uno de los gerentes que tuvo que ver con el pago fue contratado posteriormente por quien arm? Comunicore, una relaci?n digna de toda sospecha. Yovera comenz? jalando la punta de un hilo y luego ha ido encontrando informaci?n poco a poco. En el pleno del Concejo, la mayor?a rechaz? la formaci?n de una comisi?n investigadora.
De acuerdo con una autoridad edilicia, luego de las investigaciones se descubrir? que no hubo corrupci?n en el Municipio.
Yovera es visto hoy como un enemigo por la mayor?a del Concejo, donde lo amenazaron a gritos dos regidores, uno de ellos quien fuera encargado de Cultura, Efra?n Aguilar, conocido como "Betito" en la televisi?n. Para algunos, en Solidaridad Nacional, un partido nuevo que todav?a no ha sido golpeado en la pol?tica, los cr?ticos pueden ser vistos como enemigos. Yovera tambi?n tiene su opini?n sobre la administraci?n:
-Es una administraci?n cerrada. Cuando tuve que pedirle informaci?n por alguna presunta irregularidad, nunca pude entrevistar al alcalde u obtener informaci?n relevante. Si hay cosas por descubrir, s? que la informaci?n no va a provenir de la Municipalidad.
Fuente: Poder 360? - Intelligence for the Business Elite