contra el narcotráfico, despenalización de la hoja de coca

S?bado, 26 de diciembre de 2009

Con la familia Cuellar y por Colombia: Navidad y la dignidad del porvenir

Lamentamos, de verdad y nos duele de coraz?n, el horrendo asesinato del Gobernador Cuellar. Nos ponemos en el lugar de su familia y nos duele mucho su situaci?n, su amargura, su tristeza y su impotencia. Les acompa?amos en la despedida injusta frente a los hechos fatales. El horror criminal destruy? a un ser querido de manera perversa e inmisericorde. Nos repugna, nos da asco, tanto asco lo que sucedi?, que quisi?ramos poder devolver el tiempo y que nada de esto hubiera pasado. Ser?a necesario y hermoso. Pero como no se puede y los hechos de sangre hablan, habr? que alcanzar la justicia. Esta es nuestra palabra:

Pero adem?s de acompa?ar a la familia del Gobernador Cuellar, acompa?amos a Colombia entera. La Colombia v?ctima. La de ni?os y ni?as degollados, como los de San Jos? de Apartad?. De inocentes enga?ados, raptados y asesinados en uniforme de guerra, como los m?s de 1700 falsos positivos. Como los Aw? amarrados y masacrados con machetes y pu?ales o destrozados por bombas y balas por querer vivir en su territorio de siempre.
A las y los sindicalistas y l?deres sociales masacrados con terror para enviar un mensaje de horror y de silencio a quienes a?n nos atrevemos a hablar y defender la vida. A las ya innumerables e incontables v?ctimas de este holocausto enmascarado de promesas y justificaciones que le sirve a la codicia enferma que mata la vida.

Se?alamos a quienes matan de hambre. A quienes torturan, desaparecen, destrozan y masacran a nombre de la vida, del negocio, de la econom?a o de una ideolog?a de discurso por "la paz y la justicia social". Esa paz mentida, esa justicia social ensangrentada y fundada sobre el terror, la rechazamos. A quienes han convertido el discurso en una herramienta con la que pretenden lavar la sangre en la que tienen hundidas sus manos y sus actos.

A quienes se roban la plata del pueblo para entregarla a reinas de belleza, gamonales, narcotraficantes, agronegociantes, sicarios y escuadrones de la muerte y siguen ejerciendo cargos honorables a la fuerza. A quienes necesitan de la guerra para elegirse, reelegirse o seguir pretendiendo tener una raz?n de ser cuando han dejado de tenerla por sus propios actos y mentiras. A quienes a nombre del honor y de lo m?s sagrado, se dedican a vejar en palabra, por acci?n y omisi?n todo lo que es justo, decente, humilde y honrado. A quienes matan y mienten la belleza y las causas m?s hermosas. A quienes se benefician de este asesinato y de los otros crimenes incontables, aprovechando el terror y la propaganda para mantener su poder, llamar la atenci?n, justificar su existencia y seguir mandando y matando. A quienes niegan cualquier otra palabra con actos de sangre que les permiten seguir odiando sin autoridad porque enterraron su legitimidad en el lodazal apestoso de sus oprobios contra la gente.

No importa de donde vengan. Los se?alamos, porque le sirven y le han servido siempre a quienes vienen a robarnos la vida, la libertad, la alegr?a, la comida, el territorio y a los seres m?s queridos, como hoy lo sienten los familiares y amigos del Gobernador Cuellar. Se?alamos a los culpables: los que ganan con esta muerte calculada y terrible lo que sea que est?n buscando. Da lo mismo. Son iguales. Enemigos de la vida, del pueblo, de Colombia, de la justicia.

Son 517 a?os de sufrir lo mismo. Ac? nos tenemos que levantar del entierro rapidito, organizarnos, secar las l?grimas y seguir trabajando. Nisiquiera tenemos tiempo de sentir la amargura, porque hasta esto lo aprovechan calculadamente para robarnos y despojarnos. Ya sabemos que despu?s de la muerte vienen los vampiros a aprovecharla. Por eso nos toca defender la vida y tambi?n a nuestros muertos. Nos roban hasta el dolor que nos causan. Eso lo sabemos. Eso lo advertimos para que se sepa.

Alg?n d?a, cuando seamos libres, vamos a llorar por mucho tiempo m?s de cinco siglos de dolor amontonado.

Nuestra mayor alegr?a ser? poder por fin llorar lo que haga falta, lo que nos deben, lo que nos duele. Talvez dejemos de ser gente bajita y nos podamos levantar m?s altas y grandes sin el peso de tanta amargura aplast?ndonos. Es un milagro que la leche de nuestras madres y abuelas no se haya amargado y siga alimentando la alegr?a que nos empuja a seguir todos los d?as. Por ahora, hoy, en condolencia con la familia Cuellar y por Colombia, nombramos un poquitico. Nos unimos a las v?ctimas con dignidad y decimos que los acompa?amos. Que estamos juntas y juntos, pero eso s?, que nos vamos a seguir riendo despiertos, para que no se nos olvide la alegr?a que estamos sembrando, que corre por nuestras venas y que le debemos a nuestras madres y abuelas capaces de amar y de tejer la belleza en la humillaci?n y en la miseria.

Compartimos en honor a quienes han perdido la vida nuestro compromiso y llamado para que no dejemos que el dolor se siga utilizando para enga?arnos m?s. Que fijemos la mirada triste y empa?ada de l?grimas en quienes ganan con esto y no dejemos que se aprovechen del crimen para seguir acumulando.

Esa tristeza sabia es nuestra alegr?a. Sabemos, a fuerza de golpes, distinguir a los malos de los limpios de coraz?n para hacerle Minga al camino que hace falta. Ya nos enga?aron, pero aprendimos y seguimos aprendiendo a reconocer. No queremos convivir en el futuro que forjemos, con lobos disfrazados de ovejas. Con criminales de gestos suaves y elegantes. Tenemos el alma limpia y no podemos tolerar la trampa contagiosa que les ha enfermado el alma y el camino a los enfermos.

Lo que nos duele es tan sabio como la alegr?a que defendemos, que aprendemos a reconocer en cada dolor y en cada parto. En eso, somos el futuro caminando la palabra que se aprende con la lucha desde siempre.

Feliz Navidad. No esta, sino la que vendr?, cuando seamos libres y limpios de alma en un pa?s en el que se pueda llorar en paz y hacer justicia. Feliz Navidad les deseamos en el futuro por el que estamos luchando. El que ya tenemos poco a poco en el coraz?n y dispuesto a la lucha.

Que se sepa quienes siguen matando y para qu? lo hacen. Porque se va a saber. Porque estamos mirando para descubrir a los que calculan ganar con esto. Porque no vamos a seguir aceptando el horror y el terror, VENGA DE DONDE VENGA.

A la familia Cuellar y a la Colombia de v?ctimas. De coraz?n
Tejido de Comunicaci?n y Relaciones Externas para la Verdad y la Vida
ACIN
Diciembre 24 de 2009

Fuente: Nasa-ACIN


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