S?bado, 26 de septiembre de 2009
Apuntes para establecer el inicio de la Segunda Guerra Mundial
Por Martin Guerra
Polonia. 70 a?os despu?s del ataque nazista.
El primer d?a de este mes de setiembre, la canciller alemana ?ngela Merkel en un discurso en Westerplatte, pen?nsula sobre el Mar B?ltico en la regi?n de Pomerania, muy cercana a la ciudad polaca de Gdansk, se?al? que esa fecha hac?a 70 a?os hab?a abierto "el cap?tulo m?s tr?gico[1]" de la historia europea. Seg?n el cable ella dijo: "Hace 70 a?os empez?, con el ataque alem?n contra Polonia el cap?tulo m?s tr?gico de la historia de Europa (.) La guerra desencadenada por Alemania infligi? un sufrimiento inconmensurable a muchos pueblos, a?os de privaci?n de derechos, de humillaci?n y de destrucci?n[2]".
Sin embargo la Segunda Guerra Mundial no se inici? ni hace 70 a?os, ni el 01 de setiembre de 1939. Merkel no hace sino continuar cubriendo con un velo oscurantista este important?simo acontecimiento hist?rico. Tampoco se inici? en Polonia.
Mal hacemos en tolerar las convenciones de los historiadores que dan por sentado, que los ca?onazos disparados por el acorazado alem?n "Schleswig-Holstein" contra la base polaca del mismo nombre de la pen?nsula mencionada, dan inicio a la Segunda Guerra. He all? un gran ejemplo de c?mo la pretendida imparcialidad de la ciencia oficial no existe. Para varios historiadores el conflicto ya se hab?a entablado en el frente asi?tico desde el 07 de julio de 1937, cuando los japoneses invadieron China. El 03 de mayo del mismo a?o, Mao Tse- Tung hab?a anunciado: "De concierto con los intensos preparativos de Hitler y Mussolini para una guerra de rapi?a en Occidente, el Jap?n, en Oriente, est? concentrando todos sus esfuerzos en la preparaci?n, conforme a un plan bien definido, de condiciones que le permitan acabar con China de un solo golpe[3]".Dos meses despu?s Jap?n los atacaba con todo su poder?o. A?n as?, se ha aceptado mundialmente el canon impuesto por las potencias occidentales, seg?n el cual la guerra habr?a comenzado el 01 de setiembre de 1939. Con lo que se tergiversan muchos hechos y se liberan de responsabilidades hist?ricas numerosos pa?ses.
Tampoco es cierto que la guerra principiara en 1937, pues un hecho mundial armado, no se mide por la cantidad de pa?ses que intervienen en ?l o por el potencial b?lico puesto a disposici?n, ni siquiera por el n?mero de personal militar movilizado o ?reas civiles afectadas. No. Debe cuantificarse y cualificarse, por la capacidad de influencia manifiesta en la transformaci?n de las estructuras sociales, cuando las concepciones pol?ticas y econ?micas llegan a un punto en que el enfrentamiento militar es la expresi?n pol?tica de la contradicci?n hist?rica.
De acuerdo a eso, la Segunda Guerra se inici? antes. ?Desde cu?ndo? Desde que las acciones b?licas empezaron a redise?ar la construcci?n geopol?tica y econ?mica del mundo a partir de la oposici?n insostenible que se gener? en 1917, entre el socialismo y las luchas de liberaci?n nacional por un lado, y el capitalismo y el neocolonialismo, por otro. Y aquello explot? en 1935.
Fascismo y Comunismo.
Sin embargo se gest? mucho antes. El despertar fascista fue la expresi?n de la contrarrevoluci?n en Europa. Frente al internacionalismo defendido y difundido por la Revoluci?n Rusa, la reacci?n europea, adem?s de intentar en 1918 el cerco militar en su contra, endureci? las condiciones de vida de las clases populares en sus pa?ses para evitar otros estallidos revolucionarios. Escenario este ?ltimo, que adem?s empez? a predicar abiertamente en el mundo la Internacional Comunista. Los dos pa?ses que contaban con la militancia m?s aguda en sus respectivos partidos comunistas, eran precisamente Italia y Alemania. Antiguas regiones en donde el Imperio Romano hab?a tenido su auge y su decadencia, originaron en los sectores empobrecidos del pueblo, sobretodo en sus portavoces, las clases medias que se desplazaron hacia la miseria, las ansias de insurgir, de regresar a supuestos tiempos mejores. El chauvinismo y la verticalidad que caracterizaron al fascismo se hallaban subyacentes, y las razones econ?micas para odiar al resto del mundo, las hab?a aderezado muy bien el Tratado de Versalles, que bosquejaba una realidad para la parte este de Europa Occidental, que la condenaba a la dependencia y el ostracismo.
As?, con un discurso ultra, apelando a los "valores tradicionales" de Dios, Patria y familia, prometiendo los derechos sociales, la industrializaci?n y el trabajo que italianos y alemanes a?oraban, Mussolini y Hitler disputaron el favor de las masas a los partidos comunistas. Y la represi?n contra el pueblo conciente arreci?. Los partidos comunistas sin sus principales l?deres libres o con vida, y con las bandas fascistas armadas desde los gobiernos, se debilitaron por completo. Recordemos como en 1933, los nazis tratan de condenar al b?lgaro Georgi Dimitrov por el incendio del Reichstag. Este, que era presidente del Comit? Ejecutivo de la Internacional Comunista, demostr? las mentiras de los nazis en el famoso Juicio de Leipzig, en donde junto a Vasil Tanev y Blagoi Popov, desenmascararon la esencia represiva y mendaz del r?gimen. La acusaci?n era utilizada por los fascistas para desprestigiar al movimiento comunista internacional.
Ya para ese entonces, Antonio Gramsci, notable dirigente comunista italiano, estaba preso desde el 08 de noviembre de 1926. Tres d?as antes Mussolini, hab?a ilegalizado a los partidos pol?ticos de la oposici?n y liquidado la libertad de prensa. La justificaci?n era la seguridad de la naci?n, para ello pon?a como pretexto, un fallido atentado contra su vida, ocurrido el 31 de octubre. Gramsci sufre prisi?n de casi diez a?os y medio. Es liberado por su grave estado de salud, el 21 de abril de 1937. Seis d?as despu?s fallece.
Del mismo modo, Hitler se deshizo del dirigente comunista alem?n m?s destacado, Ernst Th?lmann, arrestado por la Gestapo el 03 de marzo de 1933. Nunca fue enjuiciado, pues la derrota ante Dimitrov hizo que los nazis no volvieran a dar tribuna a un dirigente comunista. Th?lmann ser?a fusilado en las postrimer?as del nazismo, en el campo de concentraci?n de Buchenwald, el 17 de agosto de 1944.
Un dato m?s que nos ayuda a entender el proceso y sus fines, es el arrojado por la cantidad de militancia activa que ten?an los partidos comunistas alem?n e italiano frente a los partidos fascistas. Era much?simo mayor. Por ejemplo, y a pesar de eso, en las elecciones presidenciales de 1932 en Alemania, entre Hindenburg, Hitler y Th?lmann, el candidato comunista obtiene s?lo un 10% de los votos. Aunque esa votaci?n era de su militancia org?nica y de sectores populares fieles a las consignas del partido.
Los pueblos hambreados y postergados, sobretodo los m?s cercanos a los sectores del lumpen, adhirieron al fascismo. El comunismo promet?a una revoluci?n, para la que hab?a que trabajar, construir, entregar la vida, para que las futuras generaciones pudieran gozar de las libertades conseguidas; o como lo explicara el 16 de diciembre de 1933, Dimitrov en su citada famosa defensa: "?Trabajo de masas, lucha de masas, resistencia de masas, frente ?nico y nada de aventuras!: tal es el principio y el fin de la t?ctica comunista[4]". El fascismo en cambio, promet?a el para?so para ma?ana y no para pasado ma?ana. Se sustentaba en la rabia, el resentimiento, en las viejas ataduras feudales de una poblaci?n muy cat?lica y conservadora, a jefes tradicionales y duros, que adem?s, surg?an esta vez de las "entra?as del pueblo", como Hitler, un cabo, licenciado del ej?rcito, y Mussolini, hijo de un herrero y una maestra. En todo caso, pertenec?an a un sector bajo de la burgues?a.
El fascismo aspiraba a la direcci?n del pueblo por la clase media, que atrapada eternamente entre la pobreza y la admiraci?n a la riqueza burguesa y a las costumbres aristocr?ticas, manten?a latente un potencial destructivo enorme, fruto del resentimiento. Esa "frustraci?n individual o social[5]" de las clases medias a las que invoca el fascismo, a decir de Umberto Eco, explica su fortaleza. Todo eso, unido al olvido de amplios sectores populares, entreg? a sus organizaciones la posibilidad del poder y la direcci?n de la contrarrevoluci?n. Por ello las burgues?as y las aristocracias no se les enfrentaron. Es m?s, la cantidad de condes y duques y de banqueros e industriales que se sumaron al proyecto fue enorme.
Por ?ltimo, Hitler mismo se?ala en el cap?tulo catorce de su libro "Mi Lucha" de 1926, titulado "Orientaci?n pol?tica hacia el este[6]", que la ca?da de los bolcheviques en Rusia y el fin de los eslavos, es la condici?n insoslayable para cumplir con los planes nacionalsocialistas. Desarticulado el Partido Comunista Alem?n, fundado en 1918, e ilegalizado el Partido Comunista Italiano, fundado en 1921, los fascismos, con la marcha sobre Roma en 1922, y al arribo de Hitler a la canciller?a tras la muerte de Hindenburg en 1933, hab?an concentrado un gran poder. De esta forma el caudillo que representaba los deseos del pueblo, era intermediado por un poderoso aparato en donde las aspiraciones de la clase media, los negocios de la burgues?a y el confort de la aristocracia y de la iglesia, se mezclaban en la direcci?n de los acontecimientos. Y aquello ten?a como norte el fin de la Uni?n Sovi?tica, de la Internacional Comunista y de las revoluciones en Europa.
Hacia una correcta cronolog?a de los hechos.
Una cronolog?a de sucesos en la historia social de los pueblos, no puede estar constituida por una cadena interminable de momentos que relativicen las transformaciones. Tampoco debe tomar estrictamente como fecha de inicio o de t?rmino formal del conflicto, las declaraciones de guerra o las firmas de paz, sino que debe ubicar en el tiempo los acontecimientos fundamentales de germinaci?n y desencadenamiento de una conflagraci?n, de cualquier orden.
De acuerdo a lo expuesto, veamos: el 03 de marzo de 1935, Italia fascista invade Abisinia, cuatro d?as m?s tarde, Alemania nazi, ocupa militarmente Renania. Europa y los Estados Unidos no dicen nada.
El 25 de noviembre de 1936, en Berl?n, los ministros de relaciones exteriores del Jap?n y de Alemania, Mushakoji y Von Ribbentrop, firman el Acuerdo contra la Internacional Comunista. El protocolo adicional, en uno de sus ac?pites dice: "Se crear? una Comisi?n permanente con objeto de facilitar la cooperaci?n (.) para luchar contra la obra subversiva de la Internacional Comunista[7]".
Poco despu?s ir?n adhiriendo m?s pa?ses a este pacto. Italia en 1937 y posteriormente, Hungr?a, Espa?a, Bulgaria, Finlandia, Rumania, Dinamarca, Eslovaquia, Croacia y Nank?n, en 1939. Se constitu?a en la pr?ctica una Internacional Contrarrevolucionaria.
Por eso, los fascistas prestaron atenci?n a los lugares en donde la revoluci?n socialista se estaba concretando. Ya dijimos que Jap?n en julio de 1937 atac? China. Antes, el 26 de abril de 1937, se iniciaba el bombardeo de Guernica en Espa?a, por parte de la Legi?n C?ndor de la Luftwaffe, fuerza ?erea alemana, en colaboraci?n con Italia.
El 12 d marzo de 1938, Alemania se anexa Austria, a la que designar?n "Anschluss". Inclusive en este momento, Franklin D. Roosevelt, presidente de los Estados Unidos, escribe a Hitler persuadi?ndolo a proseguir las negociaciones. La derecha mundial se inclinaba ante el fascismo.
A pesar de la escalada de violencia, el 29 de setiembre de 1938 se firma elPacto de Munich entre Alemania, Gran Breta?a, Francia e Italia. Este incluye la enajenaci?n de los Sudetes perteneciente a Checoslovaquia, por Alemania, aduciendo que la mayor?a de su poblaci?n era germana. Este trascendental documento se?alaba con desparpajo que: "El Reino Unido, Francia e Italia est?n de acuerdo en que la evacuaci?n del territorio en cuesti?n deber? quedar concluida el 10 de octubre, sin que ninguna de las instalaciones existentes haya sido destruida. El gobierno Checoslovaco ser? responsable de efectuar esa evacuaci?n sin que de ella resulte ning?n da?o a las mencionadas instalaciones[8]" Firmado por Adolf Hitler, Neville Chamberlain, Edouard Daladier y Benito Mussolini, pretend?a responsabilizar a Checoslovaquia respecto a la modalidad de desenvolvimiento de su propio despojo.
La recuperaci?n del Sarre, la militarizaci?n del Rin, la anexi?n de Austria y por ?ltimo, la ocupaci?n de Checoslovaquia, es decir, el dominio de los Sudetes, cadena monta?osa entre Bohemia y Silesia, le permiti? al fascismo unir territorialmente Europa septentrional con los pa?ses eslavos orientales, con Bielorrusia y con Ucrania, o sea con la Uni?n Sovi?tica.
El 14 de marzo de 1939, Alemania ocupa las provincias checas de Bohemia y Moravia, el gobierno t?tere checoslovaco no responde a los intereses de su poblaci?n indignada y se entrega a Hitler. Mientras tanto, Italia, muy segura, invade Alabania.
Hasta aqu?, para la historia oficial, y para ?ngela Merkel, la guerra no se hab?a iniciado todav?a. Reci?n el 01 de setiembre de 1939, se inicia seg?n la canciller, la Segunda Guerra Mundial, cuando las tropas de Gerd von Rundstedt dan por iniciado el Fall Weiss. La invasi?n e Polonia, realizada en conjunto por Alemania y Eslovaquia, posesiona a la Alemania nazi cara a cara con la URSS. La Luftwaffe realiza los primeros bombardeos sobre Varsovia, Cracovia y Lodz. El 02 de setiembre, Alemania entra en posesi?n de D?nzig. Alrededor de 10 000 polacos fueron asesinados durante la ocupaci?n, que le abr?a a Alemania la posibilidad de invadir la URSS en cualquier momento.
Cifras e historia.
La llamada Gran Guerra, o Primera Guerra Mundial, hab?a acarreado al mundo, la cantidad de m?s de 10 millones de muertos y 8 millones de desaparecidos. Entre esta guerra y la segunda surgi? la URSS y se avecinaban muchas revoluciones m?s en Europa y en el mundo. Se habla de 60 millones de muertos en la Segunda Guerra Mundial, muchos creen que esta discutible cifra es a?n mayor. Empero, siempre que se habla de la suma enorme de muertos de la naci?n jud?a, y del hero?smo indescriptible de los soldados norteamericanos y de la resistencia francesa, poco o nada se dice en la mayor?a de libros, documentales, exposiciones y homenajes, incluyendo la demoledora tarea del cine; de la poblaci?n sovi?tica y del Ej?rcito Rojo. De m?s est? decir que nadie niega los actos memorables aludidos. Tampoco vamos a dedicar m?s l?neas a la labor de la URSS en la Segunda Guerra pues ya lo hicimos en art?culo anterior[9].
No obstante, es bueno recordar que de cada cinco muertos de esta guerra, dos eran sovi?ticos, es decir, m?s de 20 millones de personas, como acertadamente lo investig? Oleg Rzheshevski[10]. La p?rdida econ?mica para este pa?s calculado en d?lares de 1941, fue de 485 mil millones de d?lares, casi dos veces la deuda externa del Brasil, o cuatro veces la Argentina u ocho veces la chilena, al a?o 2008[11], teniendo en consideraci?n la devaluaci?n sufrida en casi sesentisiete a?os, pues el poder adquisitivo del d?lar ha deca?do grandemente.
El fascismo creci? de cara a las democracias, no por detr?s. Si algo lo caracteriz? m?s que nada, fue su brutal sinceridad. En 1921, antes de la Marcha sobre Roma, Jos? Carlos Mari?tegui, que viv?a en Italia para aquel entonces, escribi? en un art?culo su parecer frente a las contiendas que se suced?an incansablemente y con mayor intensidad entre fascistas y comunistas, dec?a: "Los "fascistas" no se desarmar?n, pues, contra los comunistas. Y, si el partido comunista no estuviera en un per?odo de organizaci?n y captaci?n, si su preparaci?n le permitiera ser una inminente amenaza revolucionaria, el "fascismo" no pensar?a siquiera en la desmovilizaci?n y en la paz. Pasar?a a una segunda gran ofensiva[12]". En este an?lisis, el periodista peruano, realizaba una cr?tica sutil pero precisa, contra los que cre?an que la guerra civil en Italia pod?a cesar porque uno de los dos bandos declarara la paz, y estaba afirmando abiertamente, doce a?os antes que Hitler asumiera el mando en Alemania, que el fascismo es el enemigo natural del comunismo, pues significa la contrarrevoluci?n. A?os m?s tarde, Mari?tegui, ya un marxista militante lo dir? m?s clara y pol?ticamente, aunque es muy interesante repasar estas l?neas escritas en su per?odo de formaci?n pol?tica, pues nos permiten ver a la distancia la dif?cil realidad de la ?poca. Los comunistas italianos acababan de escindirse del Partido Socialista, lo que no los anulaba de ser una gran fuerza pol?tica, pero si los alejaba de una estrategia de poder para el momento. Justamente los comunistas se hab?an divido de los socialistas frente a la poca importancia efectiva que estos le daban al arribo cada vez m?s preocupante de la contrarrevoluci?n a nivel mundial. Mussolini fue un hombre que surgi? del Partido Socialista.
Con la escisi?n, los comunistas se empe?aron en desarrollar el poder alternativo de la clase obrera, en los consejos de f?brica. Mientras los fascistas apelaban a los favores de las clases medias. Gramsci lo entendi? prontamente, ya en 1924 apuntaba: "Lo que caracteriza al fascismo es haber logrado constituir una organizaci?n de masa de la peque?a burgues?a[13]".
Una vocaci?n guerrerista como la que describe Mari?tegui en 1921, y un sector de clase cautivo por sus propias frustraciones, sobre el que habla Gramsci en 1924, dan la f?rmula de lo que vendr?a a convertirse en esa aventura sanguinaria contra la revoluci?n, que arrastrar?a consigo a la democracia y a los derechos humanos fundamentales, que se denomin? nazismo.
Negar hoy, a finales de la primera d?cada del siglo XXI que la Segunda Guerra Mundial se inici? en 1935 y no en 1939, ocultar que la causa principal por la que las democracias de las potencias occidentales permitieron el armamentismo de Hitler, Mussolini y Tojo, y aplaudieron su predica anticomunista, fue la esperanza de la destrucci?n de la URSS, por el miedo a lo que significaba con s?lo existir, para los humillados y ofendidos de todo el planeta, es esconder la cabeza como la avestruz pero frente a la historia, es no entender, utilizando las mismas palabras de la canciller alemana, que el cap?tulo m?s tr?gico, no se inici? con un ataque armado en una determinada fecha, sino cuando las fuerzas reaccionarias del mundo occidental, que hoy campean nuevamente, dieron carta blanca a su expresi?n m?s derechista, el fascismo, para destruir las a?oranzas de miles de millones de seres humanos, la expectativa de una vida digna y solidaria.
Los socialistas no podemos olvidar la historia, si es que en realidad necesitamos erigir un camino. Con las palabras de ?ngela Merkel referentes al inicio de la guerra se desconoce toda la cofrad?a mundial entre los firmantes de Berl?n de 1936 y Munich de 1938, es decir entre los fascistas y sus alcahuetes, para terminar con la patria de Lenin. Se niega adem?s, que la Uni?n Europea est? construida sobre las bases de lo anterior; de lo caduco, pero con una falsa autocr?tica. Y lamentablemente muestran una Europa que todav?a no sabe hacer, eso que rese?? inmejorablemente Curzio Malaparte en su novela "La Piel" de 1949, no ha aprendido a?n a "levantar de nuevo la bandera ca?da en el fango[14]".
[1] MERKEL, ?ngela. Alemania abri? en 1939 el "cap?tulo m?s tr?gico" de la historia europea. Noticia extra?da del sitio web: www.ecodiario.eleconomista.es. 01 de setiembre de 2009.
[2] Ib?d.
[3] MAO, Tse-Tung. Las tareas del Partido Comunista de China en el per?odo de la resistencia al Jap?n. En: MAO, Tse-Tung. Obras Escogidas. Tomo I. Ediciones en Lenguas Extranjeras. Pek?n - Rep?blica Popular China, 1972. P?g. 287.
[4] DIMITROV, Georgi. Versi?n taquigr?fica del Discurso de Conclusi?n ante el Tribunal (16 de diciembre de 1933). En: Selecci?n de trabajos. Sof?a - Press. Sof?a - Bulgar?a, 1977. P?g. 50.
[5] ECO, Umberto. El fascismo eterno. En: Cinco escritos morales. Editorial Lumen, S.A. Barcelona - espa?a, 1998. P?g. 51.
[6] HITLER, Adolfo. Mi Lucha. Zarabia Editores. Arequipa - Per?, 2006. P?g. 195.
[7] MUSHAKOJI -VON RIBBENTROP. Inciso C del Protocolo Adicional del Pacto Anti Komintern, Berl?n, 1936. En: PEREIRA CASTA?ARES, Juan Carlos - MART?NEZ - LILLO, Pedro Antonio. Documentos B?sicos Sobre Historia de las Relaciones Internacionales 1815 - 1991. Editorial Complutense. Madrid - Espa?a, 1995. P?g. 282.
[8] HITLER - CHAMBERLAIN - DALADIER - MUSSOLINI. Art?culo 2?, Pacto de Munich, 29 de setiembre de 1938. En: PEREIRA CASTA?ARES, Juan Carlos - MART?NEZ - LILLO, Pedro Antonio. Documentos B?sicos Sobre Historia de las Relaciones Internacionales 1815 - 1991. Editorial Complutense. Madrid - Espa?a, 1995. P?g. 283.
[9] Ver: GUERRA, Martin. A?n flamea la bandera roja sobre las cenizas del fascismo (02 de julio de 2008).
[10] RZHESHEVSKI, Oleg. Lecciones de la segunda Guerra Mundial. Editorial de la Agencia de Prensa Novosti. Mosc? - URSS, 1979. P?g. 106.
[11] Informaci?n seleccionada de informes presentados en la p?gina del Fondo Monetario Internacional, www.imf.org.
[12] MARI?TEGUI, Jos? Carlos. La paz interna y el "fascismo" (1921). En: Cartas de Italia. Empresa Editora Amauta. Lima-Per?, 1979.P?g. 162.
[13] GRAMSCI, Antonio. En: GUIBAL, Francis. Gramsci. Filosof?a, pol?tica, cultura. Tarea, Centro de Publicaciones Educativas. Lima - Per?, 1981. P?g. 45.
[14] MALAPARTE, Curzio. La Piel. Plaza & Janes editores S.A. Barcelona -Espa?a, 1982. P?g. 11.
Fuente: Redacion Popular