contra el narcotráfico, despenalización de la hoja de coca

Martes, 15 de septiembre de 2009

Los planteamientos del ILD son un retroceso

Con un doctorado en Econom?a por la Universidad Sorbonne Nouvelle (Par?s) e importantes investigaciones sobre la relaci?n entre miner?a y comunidades, Jos? de Echave, directivo de la ONG CooperAcci?n, es una voz autorizada en el debate suscitado por el ILD (Instituto Libertad y Democracia) en relaci?n con cuanto ocurre en la Amazon?a.

Por Federico de C?rdenas

Has publicado un texto muy coherente y fundamentado objetando las tesis de Hernando de Soto sobre el desarrollo amaz?nico. Creo que lo primero que podr?a decirse es que hay aqu? un conflicto de realidades. ?Es as??

-S?, ese es un primer aspecto. Un conflicto de realidades que adem?s est? acompa?ado de una inadecuada lectura de lo que ha venido ocurriendo en el pa?s en los ?ltimos a?os. El primer aprendizaje que nos han dejado los conflictos vinculados a la relaci?n entre comunidades nativas e industrias extractivas es precisamente que el n?cleo del asunto no es econ?mico. Esto lo han entendido ya las empresas, que por mucho tiempo pensaron que resolv?an el problema adquiriendo las tierras a las comunidades, y eso no impidi? que el conflicto renazca, en algunos casos casi de inmediato, en otros luego de alg?n tiempo. Esto muestra con claridad que la mirada que tiene el ILD implica un serio retroceso respecto de lo que ya varios de los actores ven?an entendiendo sobre los conflictos.

-Se tiene la impresi?n de que para el ILD la propiedad tuviera un efecto talism?nico, que una vez que tienes el t?tulo ya est? todo resuelto.

-En varios momentos del video De Soto lo afirma, diciendo que solo el poder econ?mico producto de la propiedad privada va a cambiar de modo sustantivo las cosas. Esa es la segunda idea fuerza de su intervenci?n: la propiedad como elemento clave. Y no se queda en la propiedad para las comunidades, sino que da el paso siguiente: la propiedad tiene que parcelarse e individualizarse. Y plantea varios ejemplos, de los cuales he podido identificar el caso de la comunidad marankieri, una de las primeras en la Amazon?a en recibir t?tulos de propiedad y cuyo plano -que De Soto muestra- no refleja para nada lo que pasa en la mayor?a de comunidades amaz?nicas. Esta comunidad se ha "conourbanizado" con la localidad m?s cercana, lo que descubre una particularidad poco transferible. El otro gran elemento que hay que tomar en cuenta est? dado por las experiencias que han habido en el pa?s sobre parcelaci?n de tierras, que demuestran que el problema es mucho m?s complejo. Si se observa lo que ha pasado en la costa, la parcelaci?n ha dado lugar a un proceso de concentraci?n de tierras mucho mayor incluso que el que exist?a previamente a la reforma agraria. Esta l?gica que afirma que la propiedad privada es el camino al ?xito econ?mico no se condice con la realidad.

Choque de realidades

-Adem?s ocurre que aqu? hay un choque de realidades asim?tricas...

-Es el otro factor. Si uno se limita a la propiedad privada sin tomar en cuenta el tema de las asimetr?as se comete un error garrafal. Para muestra, los numerosos conflictos mineros de los ?ltimos a?os en los que las comunidades estaban perfectamente tituladas y sin embargo la situaci?n de asimetr?a que existe entre una gran empresa minera o una gran empresa de hidrocarburos que entra en relaci?n con estos actores produce una tensi?n que no es sostenible en el tiempo.

-Es el viejo dicho que afirma: "el pez grande se come al chico".

-Si uno ve lo que ha pasado en zonas de costa, zonas altoandinas y comienza a pasar en zonas amaz?nicas con las concesiones de hidrocarburos, sin duda el esquema es ese. Entonces, obviar que las relaciones son asim?tricas y que el Estado no cumple un rol de facilitaci?n para romper esas asimetr?as es no entender la problem?tica o -si se la entiende- favorecer al actor que tiene mayor capacidad de recursos, articulaci?n y poder econ?mico.

-Estamos ante una propuesta con un fuerte contenido ideol?gico.

-Sin duda, y aqu? viene otro elemento que me parece clave, el tercero en la propuesta del ILD. Es decir que: 1) afirma que el problema no es ?tnico sino econ?mico. Lo es, claro, pero tambi?n es un problema social, cultural, ambiental, etc. En suma, es un problema de derechos; 2) se centra en el tema de la propiedad, que tampoco puede dejarse de lado; 3) introduce la desregulaci?n. En este ?ltimo, son los privados los que negocian y pactan, pero sin la presencia del Estado, que ni regula ni fiscaliza.

-Otro viejo razonamiento: cuanto menos Estado, mejor.

-As? es. Cuanto menos capacidad de regulaci?n p?blica, mejor. Pero entonces uno se plantea qu? pasa con el bien com?n, qu? pasa con el inter?s nacional y con agendas que hoy en d?a son claves, como la ambiental. ?Es que estos grandes temas van a resolverse con la propuesta del ILD? Peor a?n en una situaci?n en la que, si algunas lecciones nos ha dado la crisis internacional, es que la ausencia de regulaci?n p?blica es fatal.

M?s Bagua

-Si seguimos el camino de De Soto tendr?amos por delante otros Bagua.

-Con seguridad. Bagua demuestra que los conflictos relacionados con industrias extractivas y la desregulaci?n no solo han aumentado en n?mero e intensidad sino que giran en torno a la agenda espec?fica de cada comunidad, que comienza a cuestionar aspectos de la legislaci?n que considera negativos, como los Decretos Legislativos. No entender que el marco favorable dado a las inversiones -que no est? mal- al mismo tiempo ha ido recortando derechos sociales, culturales y ambientales, y quedarse ?nicamente con lo econ?mico es muy peligroso.

-Se afirma que la manera de evitar m?s conflictos es por medio del di?logo, pero ?no hay dos l?gicas inconciliables -o muy poco conciliables- que se enfrentan all??

-En la pr?ctica s?. Creo que es urgente hacer un balance de los conflictos ocurridos en los ?ltimos 10 a?os para ver hasta qu? punto estas dos l?gicas inconciliables pueden apostar a lograr alg?n tipo de consenso. Por ahora esa agenda est? pendiente. Y hay una gran duda respecto de si el aporte del ILD ayuda o no a resolverla. Mi impresi?n es que no y que sus planteamientos son un retroceso. Adem?s, cuando se ve el documental del IDL hay varios momentos en que De Soto la emprende contra los dirigentes amaz?nicos y los invita a debatir, pero con la paradoja que mientras ?l hace un enorme despliegue medi?tico sus contradictores est?n perseguidos, desterrados o con orden de captura o comparecencia.

?Con qui?n quiere debatir?

Por ?ltimo, cuando en la parte final De Soto hace alusi?n a la campi?a arequipe?a, le pedir?a que la visite y vea lo que ha ocurrido con ella: lotizada, urbanizada y a punto de desaparecer. Creo que no le vendr?a mal actualizar su informaci?n.

-?El documental del ILD no ser?a una prolongaci?n de las tesis presidenciales de El Perro del Hortelano?

-S?, y con m?s audacia, porque intenta presentar un remedio supuestamente milagroso para una situaci?n que es sumamente compleja y que le plantea al pa?s un reto enorme. Claro, uno de los m?ritos del ILD es insistir en que estos temas se discutan, y hay que reconocerlo. Pero no hay que olvidar que fueron las comunidades andinas y amaz?nicas las primeras en insistir sobre ellos. A fin de cuentas el ILD y el doctor Garc?a apuntan a lo mismo: no reconocen las bases objetivas del conflicto, hablan de agendas ocultas o subalternas y creen que la panacea es la propiedad individual y la parcelaci?n. Son visiones parciales que expresan cu?nto nos falta de aprendizaje como pa?s para llegar a entendernos.

Fuente: Edici?n Impresa - La Rep?blica 13/09/2009 | LaRepublica.pe

 


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