Martes, 19 de mayo de 2009
"Evo reacciona por un tema de principios"
Entrevista a Carlos Romero. En su paso por Lima, el ministro boliviano de Autónomas reveló que los ex ministros acogidos por el Perú firmaron el decreto que terminó en masacre en octubre del 2003.
Por Juan Álvarez Morales.
¿Sienten que en Perú no se logra percibir la dimensión de lo que pasó en el ‘Octubre negro’?
Sí, no se conocen los pormenores. La justicia persigue a los ex ministros por, entre otros delitos, el de genocidio, uno de los más graves que ha podido concebir la humanidad. Ellos no son perseguidos políticos, y sus juicios se iniciaron un año antes de la llegada de Evo al gobierno. No son juicios impulsados por el gobierno, sino por familias de las víctimas y los que sobrevivieron pero quedaron inválidos. En el pueblo boliviano existe la conciencia colectiva de que estas personas deben purgar sus delitos, si no esas heridas no se cerrarán.
Ellos no son sentenciados…
Es cierto, pero el derecho internacional indica que no se puede otorgar asilo a procesados; y en el caso de refugio, debió pedirse información oficial al Estado Boliviano para saber la situación judicial de esas personas.
¿El Perú no lo hizo?
No. Nos sorprendió con esa concesión de asilo y esa recepción de refugiados a ex ministros. Eso lastimó al pueblo boliviano.
¿Cómo los ministros llegan a estar involucrados en el caso?
Porque la decisión de movilizar al Ejército y reprimir las movilizaciones sociales se adoptó en el gabinete ministerial de Sánchez de Lozada. Ellos firmaron los decretos correspondientes y eso los hacen responsables solidarios.
Ellos no eran procesados.
Sí. La acusación inicial fue contra el presidente de entonces y su ministro de gobierno, pero en las investigaciones aparecen más implicados, como varios ex generales del Ejército y estos ex ministros.
¿Por qué refugiarse aquí?
Tal vez se sienten protegidos por el presidente García, por eso lo comparamos con George Bush.
¿Morales reaccionó mal porque sufre una fuerte presión interna para resolver este caso?
Sí, hay presión social, es comprensible, pero Evo reacciona por una cuestión de principios. Encubrir o dejar de pasar, o relativizar lo ocurrido en el ‘Octubre negro’ sería equivalente a sentar un antecedente que podría repetirse.
¿Están cubriendo un conflicto interno con uno externo?
Nosotros no provocamos el incidente. Y en relación con los temas internos, hemos denunciado ante la comunidad internacional la presencia de grupos terroristas organizados por grupos de poder en Santa Cruz, esa investigación avanza y confiamos en la justicia, no tenemos por qué buscar otros argumentos para distraer la atención.
“La voz de Alan García no es la del pueblo peruano”
¿Es complicado estar del lado de Evo Morales?
No necesariamente. Claro que hay adversarios, pero eso es usual en un proceso democrático. Y en el contexto internacional, hay mucha solidaridad con el pueblo boliviano, mucho acompañamiento a los cambios que se llevan adelante.
¿Le recomendaría evitar los insultos a Alan García?
Evo no empezó esto, él ha sido una víctima, incluso en tono racista. Muchos identifican las primeras reacciones de García y su gabinete como racistas hacia el presidente Morales y el pueblo boliviano. Pero no quiero entrar a polemizar en torno a eso, sino más bien en ver cómo mejoramos la relación actual. A fin de cuentas, la voz de Alan García y su gobierno, liberal y aparentemente comprometido con el gobierno de Sánchez de Lozada, no es la del pueblo peruano. (Edición impresa La República)
Fuente: La República