Viernes, 20 de febrero de 2009
Manifiesto por pol?ticas de drogas justas y eficaces
El 15 de marzo de 1998, 14 ONGs de Europa, Africa y Latinoam?rica se reunieron en Viena, Austria, para preparar buna opini?n com?n frente a la Sesi?n Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre las drogas, que tuviera lugar 3 meses m?s tarde en Nueva York. Despu?s de muchas horas de debate el resultado fue la adopci?n de un Manifiesto por Pol?ticas de Drogas Justas y Eficaces.
Desde entonces, este Manifiesto ha sido firmado por cientas de organizaciones de todo el mundo, y representa la actual visi?n de ENCOD. En 2004, en la Asamblea General de ENCOD en Copenhague, se decidi? adoptar el t?tulo del manifiesto en el nombre de ENCOD: European Coalition for Just and Effective Drug Policies.
La Coalici?n Internacional de ONGs por una pol?tica de drogas justa y eficaz quisiera presentar el siguiente Manifiesto. Los miembros de esta coalici?n respaldan colectivamente los principios mencionados en el Manifiesto. Sin embargo, al apoyar este documento, cada una de las organizaciones que lo suscriben afirma su acuerdo formal exclusivamente en las ?reas en que tiene competencia espec?fica. Al mismo tiempo, cada una reconoce la especialidad y la autoridad de las otras organizaciones en sus respectivos ?mbitos.
POR UNA POL?TICA DE DROGAS JUSTA Y EFICAZ
Como ONGs* preocupadas por el creciente impacto del tr?fico de drogas il?citas, y las pol?ticas destinadas a controlarlo, sobre el desarrollo mundial, deseamos presentar las siguientes consideraciones y la subsecuente propuesta.
Comprobamos que en la mayor?a de los pa?ses, las pol?ticas de control de drogas actualmente intentan de cumplir plenamente con las Convenciones Internacionales sobre Estupefacientes (de 1961, 1971 y 1988); que estas pol?ticas han probado ser insuficientes para contrarrestar el tr?fico de drogas il?citas y, al contrario, han contribuido a su incremento; que han causado efectos da?inos y contraproducentes; que los eslabones m?s d?biles de la cadena del tr?fico de drogas il?citas (consumidores de drogas, correos y poblaciones rurales involucradas en el cultivo il?cito) han sufrido de manera desproporcionada los efectos negativos de las pol?ticas de control de drogas. Entre estos efectos se mencionan:
a. Violaci?n de derechos humanos b?sicos (pol?ticos, econ?micos, culturales, sanitarios, etc.) de los eslabones m?s d?biles de la cadena del tr?fico de drogas;
b. Criminalizaci?n y discriminaci?n, que provocan la marginalizaci?n de consumidores de drogas y agricultores involucrados en el cultivo il?cito, as? como de otros sectores pobres de la poblaci?n vinculados con la producci?n y el tr?fico de drogas il?citas, con baja o ninguna responsabilidad;
c. Desgaste de fondos destinados a la interdicci?n que ser?an mejor utilizados para establecer programas adecuados de prevenci?n, reducci?n del da?o y tratamiento:
d. Da?o causado al medio ambiente por m?todos no-sostenibles de erradicaci?n y sustituci?n;
e. Violaciones de la soberan?a nacional de los estados firmantes de las Convenciones de Naciones Unidas sobre Drogas y en particular los llamados pa?ses productores de drogas;
f. Erosi?n del Estado de Derecho con la creaci?n de ?rganos de control nacionales e internacionales que escapan del control democr?tico y la extensi?n de la arbitrariedad y la corrupci?n.
Por ello, consideramos que estas pol?ticas de control de drogas son ineficientes, in?tiles, y un importante impedimiento a la introducci?n de estrategias innovadoras para dirigirse al fen?meno de las drogas il?citas tanto de manera global y local. Tememos que el reforzamiento de la pol?tica actual generar? un deterioro de la situaci?n de las drogas, y a una creciente falta de credibilidad de estas pol?ticas en la opini?n del p?blico en general.
Adem?s, notamos que la pol?tica actual de control de drogas ha tenido lugar en el contexto de una globalizaci?n de la econom?a y una liberalizaci?n del comercio, y que tales procesos pueden crear condiciones las que dificultan la implementaci?n efectiva de la mayor?a de pol?ticas de control de drogas.
Opinamos que las pol?ticas de control de drogas deben ser subordinadas a los principios b?sicos de buen gobierno, tales como los que han sido integrados en la Declaraci?n Universal de los Derechos Humanos, la Convenci?n sobre Biodiversidad y otros acuerdos internacionales. Mencionamos en particular los principios que garantizan el respeto a los derechos sociales, econ?micos y pol?ticos y a la diversidad cultural de todos los individuos, y a aquellos que toman en cuenta la sostenibilidad del planeta. Creemos que tales pol?ticas deber?an ser destinadas primordialmente a apoyar la creaci?n de estructuras destinadas a reducir el da?o eventual que la producci?n, tr?fico y consumo de drogas pueda generar.
Por ello, proponemos a los gobiernos del mundo a tomar las siguientes medidas para mejorar las pol?ticas actuales de control de drogas, incrementando con ello su eficacia, viabilidad y credibilidad:
a. No perseguir el cultivo de plantas que se utilizan en la producci?n de drogas il?citas, por parte de peque?os productores, e implementar medidas estructurales a nivel econ?mico, pol?tico y social, consensuadas con todos los sectores implicados, para ofrecer alternativas reales a la dependencia de dicho cultivo;
b. Suspender operaciones de erradicaci?n forzosa y aquellas medidas de destrucci?n de cultivos que tengan un impacto negativo sobre el medio ambiente y la salud humana, tales como las pr?cticas devastadoras de fumigaci?n a?rea con herbicidas y defoliantes;
c. Desligar al aparato militar de tareas antidrogas, incluyendo la desmilitarizaci?n de zonas de cultivos il?citos;
d. No perseguir el consumo de drogas, buscando formas de regulaci?n que sean socialmente y culturalmente aceptables a las poblaciones locales involucradas, e implementar medidas amplias para prevenir y tratar el consumo problem?tico de drogas y para la reducci?n del da?o;
e. Abolir cualquier legislaci?n excepcional de control de drogas que viole garant?as legales y procesales acordadas universalmente;
f. Garantizar todos los derechos que pertenecen a una sociedad pluralista caracterizada por la tolerancia y un esp?ritu de apertura consideradas esenciales en un sistema democr?tico y en particular, la libertad de expresi?n y palabra sobre temas relacionadas con las drogas para todos los individuos.
g. Garantizar la soberan?a de los pa?ses y pueblos sobre sus sistemas legales, y evitar todas las posibles imposiciones sobre los llamados pa?ses productores de drogas;
h. Garantizar la transparencia y el uso socialmente ?til de los dineros y bienes confiscados al narcotr?fico;
Adem?s de todo ello, proponemos un nuevo m?todo de clasificaci?n de sustancias psicoactivas, sean actualmente l?citas o il?citas, basadas en datos cient?ficos contrastados sobre el da?o que producen a la salud humana;
De acuerdo con las observaciones y propuestas formuladas en el presente texto, les pedimos que permitan un m?rgen m?s amplio a los Estados firmantes para experimentar localmente con pol?ticas alternativas (que puedan incluir pasos hacia la legalizaci?n de ciertas sustancias), de las que la comunidad internacional pueda sacar aprendizajes ?tiles en su b?squeda hacia una pol?tica m?s justa y eficaz.
Viena, 15 de marzo de 1998
* El termino ONG se emplea en su sentido m?s amplio, a fines de incluir a todas las asociaciones, instituciones, empresas y organizaciones populares.
Firma la siguiente organizaci?n:
Nombre:
Direcci?n:
Persona de contacto:Por favor manda su firma a:
EUROPEAN COALITION FOR JUST AND EFFECTIVE DRUG POLICIES (ENCOD) Lange Lozanastraat 14, 2018 Antwerpen, Belgium Tel?fono: +32 (3) 293 0886 e-mail: [email protected]
MANIFIESTO POR POL?TICAS DE DROGAS JUSTAS Y EFICACES - Encod.org