Domingo, 25 de enero de 2009
Espa?a: El dulce que amarg? a los narcos?
GRANADA
Agentes de la Guardia Civil registran un coche en busca de drogas en Granada. /ideal
Dicen que a nadie le amarga un dulce. No siempre es as?. Esta regla tambi?n tiene su excepci?n. El pasado jueves, la Guardia Civil de Granada dio por concluida una operaci?n contra el tr?fico de drogas -coca?na y 'pastis', fundamentalmente- en la localidad de Atarfe que se sald? con la detenci?n de siete personas. Los investigadores hab?an bautizado el dispositivo con un nombre que casi hac?a salivar: 'Dulce'. Los agentes eligieron ese apelativo porque a uno de los sospechosos le llamaban 'El pasteles'. A pesar de tanto az?car, a ?l y al resto de los presuntos 'camellos' les debi? quedar un p?simo sabor de boca cuando los guardias les colocaron los grilletes.
An?cdotas al margen, la actuaci?n de los miembros del instituto armado tuvo un arranque poco usual, desacostumbrado. Las pesquisas comenzaron a instancias de varios padres que estaban muy preocupados por la existencia de un mercadillo 'n?mada' de drogas en la localidad. Hab?a un estado de ?alarma social?, seg?n reconocieron a IDEAL fuentes oficiales conocedoras de los entresijos de la 'Operaci?n Dulce'.
La Guardia Civil no s?lo agradeci? la colaboraci?n sanamente interesada de los vecinos de Atarfe, si no que puso manos a la obra de inmediato para desmantelar el chiringuito.
En los prost?bulos
El punto de partida no hab?a sido normal, pero es que la red de trapicheros tambi?n ten?a una serie de peculiaridades que los investigadores no hab?an observado en casos similares. Por ejemplo, hab?an abierto 'sucursales' en algunos prost?bulos de los alrededores.
Al parecer, muchas de las personas que frecuentan estos establecimientos suelen 'meterse' sustancias estupefacientes, principalmente coca?na. Los 'camellos' de Atarfe tuvieron visi?n comercial y reclutaron a algunas de las mujeres que ofrecen sus servicios en esos locales para que, a su vez, les hicieran propaganda. Era una especie de subcontrata. El cliente que, adem?s de trato carnal, quer?a un 'tiro' de 'coca', ve?a satisfechos ambos deseos de una vez. Luego, a repartir las ganancias, que no eran precisamente escasas.
Consumidores
Los supuestos cabecillas eran una pareja colombianos que resid?an en la capital. Ellos proporcionaban el 'g?nero' a cinco j?venes de Atarfe que operaban como 'aut?nomos' del trapicheo. Cada uno se trabajaba sus zonas y ten?a sus clientes. Los medios consultados indicaron que, como m?nimo, ganaban unos 400 o 500 euros a la semana. Yeso, despu?s de descontar la 'coca' que ellos mismos esnifaban. El negocio daba para autoabastecerse y sacarse un suculento sobresueldo -algunos de ellos ten?an un empleo 'normal'-.
Eso era lo que ten?an en com?n: eran consumidores de coca?na antes de dar el paso de convertirse en traficantes a peque?a escala. Una soluci?n sin puntos d?biles, aparentemente, claro. Al instalarse por su cuenta, nunca les faltar?a la droga y, adem?s, obten?an alrededor de dos mil euros mensuales... en el peor de los casos.
El fallo est? en que el consumo privado de estupefacientes no est? penado -es una infracci?n administrativa-, pero el narcotr?fico s?.
Efectivamente, hay veces que los dulces amargan.
Fuente: Ideal