contra el narcotráfico, despenalización de la hoja de coca

Jueves, 25 de diciembre de 2008

Bolivia: Entre la coca y el arroz

En El Chapare, una de las dos regiones de Bolivia donde cultivar coca es legal, aunque con restricciones, se está dando un cambio radical.

Honorata Díaz y Peregrina Paichucamo

Las campesinas Díaz y Paichucamo ven la coca como un recurso natural.

A pesar de que la coca "es una de nuestros principales recursos naturales", como me dijo Honorata Díaz, una campesina, y "es parte de nuestra cultura y nuestra identidad", como apuntó su compañera, Peregrina Paichacamo, hay quienes han empezado a sembrar en sus campos arroz.

No se trata, sin embargo, del resultado de los programas de erradicación respaldados por Estados Unidos ni de las restricciones del gobierno.

Lo que está llevando a algunos campesinos a alejarse de la coca es el flujo y reflujo del mercado de materias primas internacional y las medidas tomadas por el gobierno debido al alza de los precios de los alimentos.

Desde que alcanzó su máximo este año, el precio del arroz se ha triplicado, en Bolivia y el resto del mundo, lo que persuadió a los campesinos a cultivar esto como alternativa a la coca.

Además que el gobierno les paga para que lo cultiven. Miles de campesinos se han sumado a este programa en una zona donde la guerra contra las drogas hace no tanto provocó graves enfrentamientos y la muerte de varios agricultores.

Defensa de la coca

El gobierno espera que esta nueva realidad reduzca la producción de coca del país y ayude a alimentar al país más pobre de Sudamérica.

"Estamos implementando un sistema que da muchos incentivos a los campesinos para cambiar cultivos", afirmó Remi Gonzáles, viceministro de Desarrollo Rural de Bolivia.

Remi Gonzales

Estamos implementando un sistema que da muchos incentivos a los campesinos para cambiar cultivos

Remi Gonzáles, viceministro de Desarrollo Rural de Bolivia

"Ante todo tenemos que garantizar la seguridad alimenticia porque esto nos permitirá alimentar a las familias bolivianas", añadió.

"Y los excedentes, mientras sigamos avanzando, creo que podremos exportarlos para ayudar a gente en otras partes del mundo", sentenció Gonzáles.

Las exportaciones de arroz también ayudarán al precario balance comercial del país.

Este programa tiene a un valedor poco usual: el primer presidente indígena, Evo Morales, defensor de la coca quien llegó a llevar muestras de esta planta a la Asamblea de Naciones Unidas en Nueva York y que sigue cultivándola él mismo.

Como líder cocalero, un cargo que tiene todavía, luchó durante años contra la sustitución de cultivos impulsada desde el exterior y los esfuerzos de erradicación.

Morales muchas veces a alzado su puño izquierdo y afirmado en aymara: "Larga vida a la Coca. Muerte a los Yanquis".

El plan del presidente es redireccionar el dinero del gobierno de importaciones de alimentos para apoyar a los cocaleros para que diversifiquen sus cultivos.

"No estamos abandonando la coca, eso está fuera de toda duda", afirmó Julio Salazar, secretario general de la poderosa asociación de cocaleros de Cochabamba.

Evo Morales

Larga vida a la Coca. Muerte a los Yanquis

Evo Morales, presidente de Bolivia

"Pero sí pedimos a nuestros miembros que ayuden al mundo en estos tiempos difíciles. Bolivia y el mundo necesitan comida y nosotros podemos proporcionarla", añadió.

El país, que todavía tiene amplias extensiones de tierra cultivable y un clima subtropical en muchas áreas que permite que haya varias cosechas por año, podría convertirse en un importante productor de alimentos.

En el verano, cuando los precios de los alimentos alcanzaron récords históricos, el Fondo Monetario Internacional (FMI) opinó que Bolivia podría mejorar su balanza comercial gracias a ello.

Otros países pobres de la región como Guyana y Paraguay también están incluidos pero Bolivia se beneficiaría más que el resto al convertirse en un gran exportador, afirmó el FMI en ese entonces.

Nueva realidad

Estos días el precio del arroz está muy por debajo de su récord del verano. Aún si los precios se recuperaran y el arroz se convirtiese en un buen negocio para los campesinos del Chapare, todavía tendría que competir contra la centenaria tradición indígena de cultivar coca.

Más aún, hay una fuerte demanda de cocaína en Brasil y, sobre todo, Europa, los dos principales destinatarios de las drogas derivadas de la coca boliviana.

Bolivia es el tercer mayor productor de coca del mundo, detrás de Colombia y Perú, y la producción aumentó este año.

Una mezcla de factores económicos y sociales han contribuido a que esta nueva mezcla de coca y arroz proporcione a partes hasta ahora ignoradas de Bolivia con un soplo de vida.

Por Andrés Schipani
BBC, El Chapare, Bolivia

Fuente: BBC Mundo


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