contra el narcotráfico, despenalización de la hoja de coca

Lunes, 27 de octubre de 2008

Ecuador: No todas las drogas se pueden legalizar


Bruce Bagley, especialista estadounidense en drogas y problemas de seguridad. Foto:EL COMERCIO

¿POR QUÉ ESTÁ AQUÍ?
Su trayectoria.
Es especialista en  relaciones entre EE.UU.  y Latinoamérica, sobre todo en casos de droga y seguridad. En Quito dicta una conferencia sobre  en el IAEN. 
Su punto de vista. Él asegura que la despenalización de la droga debe ser debatida, prefiere restar ganancias a los traficantes

En Honduras se realiza un encuentro regional contra el narcotráfico. En esa cita,  el presidente de ese país, Manuel Zelaya, propuso la legalización de las drogas para aislar la criminalidad del negocio. ¿Es esa una alternativa efectiva?
Es una alternativa  muy debatible. La lógica es que hay que reducir la ganancia porque ella  es el locomotor que está detrás de la criminalidad y de la violencia del narcotráfico. Al legalizar, especialmente la marihuana, uno reduce los incentivos para delinquir. Con la marihuana creo que es factible. Pero no es posible, por el  momento, con las drogas como  el crack o el bazuco (base de coca). Si se legaliza estarían en condiciones de también legalizar la adicción a la heroína y no creo que las sociedades lo acepten. Entiendo la lógica de la legalización, pero no su factibilidad política. 

¿La legalización cobra mayor fuerza porque la mayoría de estudios señala que el consumo va en aumento a escala global?

Con la legalización aumentará el consumo de drogas a escala mundial. El precedente en EE.UU. es la prohibición del alcohol de 1919 a 1933. Ahí no se redujo el consumo y aumentó el crimen organizado. Cuando lo eliminamos se disparó el consumo del alcohol, pero sí hay menos violencia. La sociedad tiene que evaluar...  menor violencia y crimen organizado o mayor adicción. 

¿En qué medida la criminalización del tráfico de drogas fomenta el negocio financiero en los países consumidores?
Totalmente. Todas las drogas salen de malezas. La marihuana sale de allí, la cocaína se produce de la hoja de coca que se cultiva en las laderas de los Andes, la amapola (heroína) de los peñascos de las montañas. Además,  ninguno tiene peste y no requieren abono. En total hay 27 variedades naturales de droga y cuatro  son comerciales.

Además, de la legalización, ¿qué otra alternativa se puede implementar para enfrentar al narcotráfico?

Hay por lo menos cuatro. La despenalización, disponibilidad de tratamientos y una que hemos aprendido en Estados Unidos es la prevención temprana y la educación continua (desde primaria, secundaria y en adultos jóvenes). También es importante  controlar la oferta. EE.UU. es el primer país en el mundo con mayores consumidores de cocaína, luego es Brasil y después España.  

¿Se puede afirmar que América es la región más afectada por el tráfico de cocaína?

Sí. Toda la droga se cultiva en tres países. En Colombia hay más del 90% de plantaciones, en Perú alrededor de 8% y en Bolivia un 2%. En Ecuador casi no se produce. En el Oriente se cultiva, pero  en ciertas poblaciones indígenas y no es comercial. 

El narcotráfico es un negocio lucrativo que involucra a grupos armados irregulares colombianos, a carteles violentos como los mexicanos. ¿Quitar esa fuente de ingresos no terminaría también con esos grupos y esa violencia?

No. La guerra en Colombia no es un conflicto popular sino interno. Las FARC se financian con más de un 50% a través de la cocaína y de la amapola. Cuando se terminen esos ingresos  van a conseguir dinero por rescates, por tráfico de armas, negocios legítimos... Pero cambiarían  porque ellos se pasaron de revolucionarios a bandidos.

EE.UU. ha sido una de las naciones que se oponen  a la legalización de la droga. ¿Cómo se puede interpretar esa posición?

Primero,  hay un sesgo antidroga que proviene de nuestras raíces religiosas. La segunda es porque hay temor por parte de la clase media estadounidense, porque piensa que sus hijos van a llegar a convertirse en  adictos. Una de las fundamentales es que en EE.UU. se reelige, cada dos años, a 435 personas de la
Cámara de Representantes. Es una campaña permanente y es una especie de subasta de aumento de penas. Si uno propone que se va a legalizar la droga perderá su puesto. 
La fuerza tampoco ha servido para frenar el narcotráfico. El Plan Colombia ha fracasado, hay estudios que señalan que hay más envíos de droga y que las plantaciones de coca se incrementaron en los últimos años.
Para mí sí es  un fracaso porque de hecho el año pasado expandieron  en un 27% las hectáreas bajo cultivo de droga en Colombia. Entonces, ¡no podemos cantar victoria!  En Perú aumentó en un 14% y en Bolivia un 9%. Desde el 2005 se han ido aumentando las hectáreas cultivadas de droga..

Fuente: El Comercio de Quito


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