contra el narcotráfico, despenalización de la hoja de coca

Lunes, 06 de octubre de 2008

"El problema del narcotr?fico se extiende a toda la regi?n"

La falta de políticas podría agravar el deterioro social.


Foto:EL COMERCIO

Se habla que tras la salida de los EE. UU. de la Base de Manta una alternativa estaría en Perú.

El común de los peruanos no acepta la posibilidad de la instalación de una base con la envergadura de la que hay en Manta, cuya salida ha sido anunciada por el Gobierno ecuatoriano. Se habla de que pondrían una base militar en Perú, pero en el país no hay condiciones psicológicas ni políticas para permitir aquello. Además, generaría mucho rechazo.
¿En qué puede afectar a los Estados Unidos la salida de la Base de Manta?
A ellos casi nada. Los gobiernos de la Región Andina deben entender lo que está pasando. Los estados nacionales deben afrontar este problema. Deben tomar el toro por los cuernos, porque sino en ciertas zonas de la región relacionadas con el circuito del narcotráfico va a pasar lo que ahora ocurre en México.
¿Cómo se vive el problema del narcotráfico en ese país?
Una suerte de mexicanización erosiona los sistemas democráticos y destruye la familia. Es más, erosiona todo. Acabo de llegar de Juliaca (Puno)  y allá no hay orden ni autoridad. Las mafias de contrabandistas actúan impúnemente. El tema es que ahora el narcotráfico está afectando las bases mismas de los estados nación.
¿ Cuál es el sustento para afirmar esto?
El problema ya no es solo de los Estados Unidos. Recordemos que su principal abastecedor es Colombia y una mínima parte sale de Perú. Sin embargo, ahora el narcotráfico  sobrepasa las fronteras nacionales. El consumo de droga es un problema que afecta a ciudades como Quito y La Paz. Es decir que el problema del narcotráfico se regionalizó.
¿Qué medidas deben tomar los países de la región?
Antes era fácil decir que el narcotráfico es un problema de Estados Unidos, pero ahora ya no es así. Por ejemplo, en poblados como Caballococha, que está muy cerca de la frontera con Brasil, hay un incremento de la producción de drogas. Esos problemas no pueden  ser resueltos solo por Estados Unidos. Si vemos que en Puno y en Juliaca hay incremento del consumo de drogas no se puede no hacer nada.
¿Qué papel tienen los carteles mexicanos en esta regionalización?
Hay que entender lo que pasa  en el Perú, que ahora vive su tercer ciclo del narcotráfico. Pasamos de suministrar hoja de coca y pasta base para los carteles colombianos a producir coca, pasta base y también cocaína. Hoy el Perú exporta, según cifras de las Naciones Unidas, 290 toneladas de clorhidrato de cocaína cada año. Y en este envío de droga hay conexiones con los carteles mexicanos de Sinaloa, Golfo, Tijuana y del Norte.
¿Adónde va esta droga?
Mayormente, los carteles mexicanos tienen su mercado en Europa. Pero junto a este dominio marítimo de las organizaciones mexicanas hay otras organizaciones regionales y locales que también tienen a su cargo las exportaciones a Europa y a Asia.
¿A qué se refiere?
Están por ejemplo las mafias bolivianas. Toda la droga que sale del valle Apurimac y del Cusco llega a Bolivia. No son los únicos. Por la  ruta de Loreto, se llega hasta Brasil. La droga llega de Ucayali por vía fluvial y desde allí se las llevan las mafias brasileñas y ellos a su vez trabajan con las mafias rusas, para cubrir el mercado en Europa del Este.
¿Qué ocurre en la frontera norte de Perú?
Hay otra ruta en Loreto que llega a Colombia por el Putumayo. Allí están las FARC, que han impulsado la producción de coca y el procesamiento, bajo un escenario más duro y difícil por los controles y los operativos militares. La droga también llega a Ecuador por Piura. En la frontera, la droga es recibida por colombianos o ecuatorianos que trabajan con colombianos.
¿Y qué pasa con esa droga?
Los filamentos de los carteles de Cali y Medellín hoy están trabajando para otras organizaciones. La droga que llega a Ecuador por Piura se trafica con motos por la noche, en un trecho dominado por los ecuatorianos. Las cargas llegan como cocaína, ya que el refinamiento se  hace en el camino. Las mafias de cada país están teniendo un peso propio en cada ruta del narcotráfico.
¿Cuál es el rol que debe asumir cada Estado?
La regionalización involucra grandes riesgos de mexicanización. Los Estados Unidos, por su cuenta, verán cómo reducen su demanda. Lo que el Perú y la región no pueden hacer es seguir manejando el concepto de que este es un problema solamente de EE.UU. y de los países europeos.

HOJA DE VIDA
Jaime Antezana

Sociólogo peruano  con estudios en Filosofía e Historia. Es experto en secuelas de la guerra contra el terrorismo, la resistencia antisubversiva y la coca y el narcotráfico.

Actualmente colabora   con el Instituto Peruano de Economía y Política. Su último ensayo se titula El narcotráfico, la nueva amenaza a la seguridad nacional.

Por Richard Cortez Corresponsal en Lima
[email protected]

 

Fuente: El Comercio de Quito


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