Viernes, 19 de septiembre de 2008
Per?: Firmeza, confianza y un poco menos de politiquer?a
Alan García está pidiéndole sangre, sudor y lágrimas a la población peruana, en el mismo momento en que se publican estadísticas que señalan que las utilidades mineras en el primer semestre, han superado las de todo el año 2007 y cuando se contabiliza que las ganancias de las empresas multinacionales ascienden a más o menos un 10% del PBI. En este mismo período además han aumentado la venta de automóviles de lujo, yates, joyas y otros, cuyos aranceles han sido bajados por el gobierno. Sin embargo, el presidente dice que su problema son los salarios. Que la inflación la crean salarios de 500 soles que suben a 520, y que no cederá a la desesperación populista.
La escalada de los precios de los alimentos, los pasajes y otros componentes de la canasta básica de la población de más bajos ingresos “crea malestar, resentimiento y protesta en la población”, anota García, y añade “que siempre reclamará al gobierno algo por hacer”. O sea que frente al descontento no hay que hacer nada: ni controlar precios básicos, ni subsidiar alimentos, ni incrementar el gasto público y social, ni mejorar los salarios de maestros, médicos, policías, militares, administrativos, que revientan en huelgas.
“Las crisis no se enfrentan con respuestas irracionales o desesperadas…”, dice García, poniéndonos como siempre el ejemplo de su primer gobierno y la crisis en que sumió al país. Y haciendo creer que los buenos gobiernos son siempre impopulares. Obviamente lo que espera el país no es nada fuera de lo racional o alocado sino que haya algo de gobierno.
Que García no se atreva con las grandes empresas y los grupos privilegiados, no es nada que tenga que ver con la firmeza. Y pregúntense ustedes sobre quién va a confiar en un presidente que se declara optimista a prueba de balas y exalta las cifras de crecimiento, pero entrega las llaves de la economía a un tipo que razona como si estuviera a finales de los 80, cobrándole los últimos pendientes de AGP con el FMI. Y que García pretenda dar clases de no politiquería, ya es demasiado. Miren nomás el caso de los médicos y Garrido Lecca, o el enredo de la mesa del Congreso con los peores tránsfugas.
Una nota al margen: ciertamente el Perú puede decir que su inflación es menor a otros países, pero aquí los ingresos son la mitad o menos que en los vecinos. Por eso afecta tanto un pollo de 7 soles, o una ruta de combi de un sol veinte. Por eso la gente reclama que no les alcanza. Y el gobierno le contesta te voy a defender, voy a congelar tu salario y no voy a controlar los precios. Menos politiquería, por favor.
Por Raúl Wiener
Fuente: La Primera