contra el narcotráfico, despenalización de la hoja de coca

Domingo, 21 de septiembre de 2008

Psicolog?a del Neoliberalismo - V

Escrito por Mariano González

Página 5 de 5

Conclusión

La propuesta psicológica del neoliberalismo opera con la reducción drástica de factores esenciales para la comprensión de la acción humana. Se elimina la importancia de los otros en tanto que seres complejos que participan decisivamente de la construcción personal. Se elimina el contexto y la historia y se proponen factores universales, invariantes en el espacio y tiempo. La importancia de los significados (generados desde esa  historia y ese contexto, es decir, construidos ideológicamente) se hace invisible.

En lugar de abordar las complejas relaciones con la realidad, afirma que la acción está referida a factores puramente personales y subjetivos. Ente ellos el egoísmo natural del ser humano, la capacidad de actuar en función de una razón abstracta que relaciona medios y fines para extraer el máximo provecho, etc. Pareciera que el ser humano es una máquina que elige su acción en función de una tabla de preferencias subjetivas. Estas preferencias subjetivas también están dadas por el propio sujeto, puesto que el exterior no es determinante.

Además, la “naturaleza” de la acción humana implica que no es posible el cambio. Los seres humanos son así, de una vez y para siempre. Considerar la acción humana de forma distinta es negarse a los hechos y tratar de cambiar lo que es inmodificable. Y esto tiene un sentido preciso: apoyar el proyecto económico-político del neoliberalismo. Si los seres humanos durante toda su historia han buscado y buscarán “maximizar” sus beneficios, la presentación de alternativas que se basen en otras posibilidades se observa inútil. Resulta imposible pensar otro mundo, buscar alternativas a un capitalismo suicida, porque esto contraviene la naturaleza humana. Los seres humanos no pueden ser de otra forma, por lo tanto, hay que aceptar que su comportamiento será siempre igual. 

Se fomenta la idea de una competencia feroz que desanima los posibles vínculos de solidaridad con los otros. Junto a una tendencia creciente a desarrollar prácticas de trabajo individuales (disfrazas de un “manejo participativo”Gui?o, se tiende a fragmentar y romper las vinculaciones sociales solidarias (ver Bordieu, P. La esencia del neoliberalismo). Se reemplaza por las ideas de competitividad y eficiencia. Y el resultado es simple: quien no es competitivo y eficiente pierde. Pero además, pierde por su propia culpa, por su propia ineficiencia. No se observa que el mercado es una máquina de producción de ganadores (cada vez menos) y de perdedores (cada vez más) estructurales.

En última instancia, la visión neoliberal, puesta en función de un capitalismo salvaje, propone la idea de ser humano individualista e insolidario, incapaz de comunicarse realmente con sus semejantes. A los que ve como satisfactores de sus necesidades o como competencia. Con esta imagen, la irresponsable destrucción del mundo y de la vida se ve legitimada. Y esto es cinismo y nihilismo. 

Notas

(1) Vale la pena resaltar que el artículo del que se extrae esta cita se titula  El mito del neoliberalismo y aparece en la página electrónica del Cato Institute y el autor, según se refiere en el artículo, es miembro de la sociedad Mont Pellerin, es decir, es un claro y calificado representante del neoliberalismo.

(2) Durante la elaboración de este trabajo en Costa Rica, se discutió con varias personas provenientes de Latinoamérica y Europa, que el “discurso neoliberal” es un fenómeno extendido en muchos países y que alimenta formas de pensarse y valorarse en diversos grados.  

(3) El conductismo es una teoría del comportamiento humano, cuyo inicio se sitúa con el estadounidense J. B. Watson. En sus versiones más duras, propone que todo comportamiento humano se puede explicar en términos estímulo-respuesta. 

(4) Cuando se podría considerar lo contrario como cierto: lo que no existe es el individuo como ser autárquico e indiviso, formado desde sí. Existen sujetos humanos que establecen continuamente relaciones con los otros y con instituciones preexistentes a su constitución. La intersubjetividad siempre está antes y debajo del sujeto. 

(5) Indudablemente, como otras características que los neoliberales hacen suyas, esta idea se puede encontrar en todo el movimiento de la modernidad. 

(6) El ser egoístas se vuelve mandato, porque es natural y lo más conveniente. A veces, sin embargo, es mejor cambiarle de nombre: “El ser humano busca siempre mejorar. Por esto actúa. De lo contrario estaría inactivo. Si le llamamos “egoísmo” a tratar de mejorar entonces todos los seres humanos somos egoístas. Prefiero llamarle “interés propio” (Ramón Parellada, Siglo XXI, 07/09/06).

(7) Entre otras cosas, hay una confusión entre fines y finalidades. De acuerdo a Hinkelammert, se puede considerar que el término fin corresponde a la relación que se establece entre medios-fines, que supone su  búsqueda de acuerdo con el mínimo de medios. Se podría decir que los fines son los objetivos específicos que se espera alcanzar con el uso racional (eficiente) de los medios, que en la actividad económica se equipara a la relación costos de producción-precio del producto. Todo esto no dice nada respecto a la finalidad del cálculo o la producción. La teoría económica propone que los fines elegidos se deben a una cuestión de preferencias, de gustos. Y que cada quien elige aquello que prefiere. No hay forma de decidir la superioridad de determinados fines sobre otros.  Y no obstante, se debe considerar que la condición de posibilidad de cualquier fin es la vida misma. La vida no es un fin que compita con otros, sino su condición de posibilidad. Si se muere, se disuelven los fines. La finalidad de la vida es ella misma (ver Hinkelammert, F. 2005). 

(8) El fenómeno del acortamiento de la vida media de las mercancías no es un fenómeno casual. Es resultado de una política económica destinada a acortar el ciclo de consumo y acelerar la acumulación del capital a través de ventas más aceleradas. Entre otros efectos de este desquiciamiento del consumo se encuentra la destrucción del medio ambiente (comunicación de Wim Dierckxsens en el módulo “Globalización y alternativas” del SIF, San José, 2006). En el plano psicológico le corresponde la actitud de consumir cada vez más rápido. Toda la publicidad se orienta en este sentido. Lo nuevo, lo novedoso se equipara con lo apetecible. A la producción de objetos cada vez más rápidamente desechables corresponde el deseo de consumir y descartar en forma cada vez más acelerada. Esto se observa nítidamente en el consumo de ciertos objetos como celulares, equipo de cómputo, electrodomésticos, vehículos… 

(9)  Esta forma de entender al mundo (incluido a las personas que lo habitan) como objeto de consumo o que me permitirá la ganancia, puede ser uno de los factores que contribuye a la popularidad de teorías como las del capital social y capital humano, que efectivamente tienden a ver los atributos sociales y humanos en función de las posibles ganancias o beneficios que produzcan. Lo específicamente humano del asunto se desentiende: el consumo como sostén de la vida y no como fin en sí mismo.  

(10) La discusión sobre el significado de la actividad excede estas páginas. Pero hay autores como E. Fromm que distinguen la actividad del hacer. Actividad implica también libertad no sumisión. Y por supuesto no sumisión al capital.

Bibliografía

Bajtín, M. (2000). Yo también soy. Trad. Tatiana Bubnoba. Taurus, México, D.F.
Bordieu, P. La esencia del neoliberalismo en www.rebelión.org
De la Fuente, G. (1999) Amar en el extranjero. Media Comunicación, S.A. de C.V. México, D.F.
Dierkcxsens, W. (2000) Del neoliberalismo al poscapitalismo. DEI, San José.
Gallardo, H. (2005) Siglo XXI. Militar en la izquierda. Arlekin, San José.
Gallardo, H. (2006) Siglo XXI. Producir un mundo. Arlekin, San José.
Ghersi, E. El mito del neoliberalismo en http://www.elcato.org/node/1243 
Gutiérrez, G. (1998) Ética y economía en Adam Smith y Friedrich Hayek. DEI, San José.
Hinkelammert, F. (2005) El sujeto y la ley. El retorno del sujeto reprimido. EUNA, San José.
Martín-Baró, I. (1999) Sistema, grupo y poder. Psicología social desde Centroamérica II. UCA Editores, 4ª. edición. San Salvador.
Martín-Baró, I. (2000) Psicología social de la guerra. UCA Editores, 3ª. edición. San Salvador. 
Martín-Baró, I. (2004)  Acción e ideología. Psicología social desde Centroamérica. UCA Editores, San Salvador.
Smith, A. (2005) La riqueza de las naciones. Trad. Carlos Rodríguez Braun. FCE, México, D.F. 

Fuente: Liber-accion


Añadir comentario

¡Recomienda esta página a tus amigos!
Powered by miarroba.com