Martes, 02 de septiembre de 2008
Cipriani: Tremendo Gran Puta
Por Rodrigo Nuñez Carvallo
Haciendo gala de su verbo torcido, el cardenal del grupo Colina arremetió contra la Comisión de la Verdad. Con su camiseta de Fujimori debajo de la sotana, sigue pisoteando la memoria de los 68 mil desaparecidos, con la misma insolvencia moral, con que abandono a su grey en los años de la guerra interna. De la mano de los giampietris y garcías, este arzobispo del Opus Dei tiene la concha de acusar a la CVR de monopolizar los derechos humanos, después de que él dijo que eran una cojudez. Cállate Cipriani, que tu sitio es el infierno, donde todos esperamos que te calcines y pudras.
Ya habíamos sabido de la calaña moral de Cipriani cuando aprovechó una guitarra para introducir los micrófonos del SIN en la embajada del Japón, mientras se hacía pasar como un comisionado de la paz. Después lloró con lágrimas falsas y fariseas, tratando de limpiar su putrefacta conciencia.
Un fuente cercana al poder judicial arguye que deberíamos investigar a este cura por sus vínculos con el narcotráfico y el lavado de narcodólares. Como se recuerda, Cipriani intercedió ante Keiko y la fujirrata para “liberar” a la empresa Hayduk y a su dueño Eudocio Martínez (a) “Olluquito”, después de que se encontrase 500 kilos de cocaína en los contenedores de harina de pescado que salían rumbo al norte. “Olluquito”, un peligroso narcotraficante que pasa piola como empresario pesquero, y que hizo su capital original en la provincia liberteña de Pataz, se ha librado de las acusaciones corrompiendo jueces y arzobispos igual que los Sánchez Paredes. Cipriani habría recibido como refile “fecundas” donaciones para el Opus Dei, provenientes del tráfico ilícito de blanca cocaína. La universidad de Piura sería la dry cleaners perfecta. Dónde están los balances de la Universidad de Piura ¿O Cipriani interpone sus buenos oficios gratis?
Este es solo el sucinto prontuario de Cipriani. Soy agnóstico pero reconozco que tener a este “arzobispo basura y lavandero” debe ser una palta para los creyentes de corazón. Solo espero que a este hijo de puta, con el perdón de la señora Thorne le espere el fuego eterno y el crujir de dientes en los brazos de Satanás, y que los campesinos masacrados en Putis, en Accomarca, en Cayara y Los Cabitos le jalen los pies una de estas noches. Pero mientras tanto por qué no llenamos las calles del Perú con radiantes pintas: Cipriani granputa. ¿Qué esperan los chicos de La Católica?
Fuente: Blog de Rodrigo Nuñez