contra el narcotráfico, despenalización de la hoja de coca

Domingo, 13 de julio de 2008

La coca se vende a domicilio en Quito


El momento del arresto. Luis P. fue detenido el jueves de la semana pasada. Antinarcóticos lo siguió durante 21 días, luego ejecutó el operativo en San Antonio de Pichincha. Ampliar Imagen  Foto:EL COMERCIO

La Policía Antinarcóticos detectó nuevas formas de comercialización de alcaloides en Quito.

Gama y Romeo aguardan con paciencia. El sol es abrasador en San Antonio de Pichincha, pero Gama y Romeo (dos grupos  de Antinarcóticos) no se mueven de sus ubicaciones, tienen información de Inteligencia y  esperan a que Luis P. salga de su casa.
Romeo está compuesto por dos  policías y el fiscal Flavio Caza. En la espera,   casi no cruzan palabra y permanecen tensos. Su labor fue planificada en la mañana. Al mediodía, agentes vestidos de civil vigilaban a Luis P.  y otros uniformados   montaban un operativo de control de tránsito en la autopista Manuel Córdova Galarza.

A las 13:13, Gama dio la alerta. “El sospechoso dejó su nido en su metal verde” (un Mazda 323). Con esa información, los  policías  del control simularon una revisión de rutina y pidieron al conductor detener la marcha del auto. Revisaron  y encontraron cocaína,   en nueve  paquetes pequeños y una bola  de cinta adhesiva.

La detención fue el fruto de tres semanas de investigación policial, cuando una  denuncia al  1800-Drogas delató a Luis P., por vender estupefacientes a domicilio. El  hombre de 37 años recibía una llamada al celular  y concretaba la venta en su auto verde.

Esta es una nueva forma de venta de alcaloides al menudeo. En lo que va del año, la Unidad Antinarcóticos  detuvo a cuatro personas que se dedicaban a este  negocio.

Este Diario entrevistó a un asiduo comprador a domicilio, en el norte de Quito. Él refiere que el ‘brujo’ o vendedor sigue tres reglas: solo responde a números conocidos,  despista posibles grabaciones con jerga  (“un cuarto”, para referirse a droga) y  solo vende desde USD 15 en adelante.

El teniente N. (parte del equipo Romeo, quien pide la protección de su nombre) dice  que esta forma de venta de droga forzó a la Policía a mejorar su  investigación.

Antes, los uniformados tenían identificados  los lugares donde se comercializaba la droga: en calles, cerca de colegios, en discotecas o en casas conocidas por los adictos. Entonces, se montaba una vigilancia encubierta en esos lugares.   Con el nuevo método,  el expendedor circula en su carro y solo él sabe a dónde ir; la transacción se hace dentro del vehículo, el   comprador se sube unos minutos  y luego los dos desaparecen.

Por ello, en la detención de Luis P., los agentes  fueron sigilosos. La investigación incluyó un seguimiento a sus hábitos, especialmente en su casa; comprobaron que era consumidor  y,  revisando su basura, vieron  que la coca le llegaba en  fundas plásticas y que   preparaba  paquetes en papel.

Luis P. no opuso resistencia a su captura y se  declaró  un  narcodependiente. Dijo  que sus ingresos dependen de su trabajo como transportista  escolar y no de la venta al menudeo de coca.  Los equipos policiales se trasladaron a su casa,  en la calle  Cevallos.

Tres agentes,  un buscador, un evaluador y un anotador  revisaron la vivienda. En el dormitorio, que lo comparte con su esposa, hallaron  gramos   de  coca.  Luis P. solo miraba al piso y respondía  a las preguntas con susurros.
Afuera  dos agentes  de la Unidad de Criminalística clasificaban las evidencias encontradas:  algunos cigarrillos a medio fumar, coca y el celular que tenía 23 llamadas perdidas desde que fue detenido.  

El fiscal Caza, quien regresó a la unidad Antidrogas en enero, formalizó el allanamiento de la casa. “La venta al menudeo de droga se ha incrementado”, dijo el funcionario del Ministerio Público.

En lo que va del  año, la Policía Antinarcóticos  ha realizado  136 operativos para frenar el tráfico interno en Quito. Esa cifra supera a la de años anteriores, cuando no superaban los 120. La droga decomisada también se elevó.

23 kilos de cocaína, 19 de marihuana y 123 pastillas de éxtasis fueron confiscados por  agentes este año. Antinarcóticos señala que ahora los traficantes  de cocaína miran a las  urbes latinoamericanas como un  nuevo mercado para extender su dominio. Así sucede en países como  Argentina, Brasil, México   o  Colombia.

“La coca que circula en Quito es comprada en Sucumbíos y Carchi”. Los traficantes conocen sus contactos en la zona fronteriza   y luego traen la droga vía terrestre. 

“Hay familias enteras que se dedican a este negocio”, asegura  un oficial de  la Unidad Antinarcóticos de Pichincha. Para el uniformado, el crecimiento de la venta de droga en Quito  tendrá una pared cuando disminuya la demanda. Una ayuda es la prevención.

Domingo Paredes, director del Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep), asegura que se trabaja junto a los ministerios de Educación y de Salud  para coordinar políticas de educación contra las drogas y de atención para los drogodependientes. 

“Conocemos -sostiene - que hay un aumento sensible del consumo en Quito. Por eso estamos fortaleciendo las políticas para el  control de la demanda”.

La requisa en la casa de Luis P. termina a las 14:30. Antes, los policías se comunican con su esposa. Sin darle detalles, piden que acuda de forma urgente a la casa.

El encuentro es triste. Luis P. llora y pide a su pareja que se comunique con su madre, que el arresto será lo mejor, porque está a un paso de sufrir un infarto por la coca.

La mujer recrimina a la Policía. Y un agente  contesta: “Tenemos un video de usted y   su esposo vendiendo droga en el carro. El fiscal solo pidió la detención  de él”. La chica guarda silencio   y  ve partir a Luis P., con las manos esposadas.

El 1800-Drogas, un aliado policial

Antinarcóticos recibe un promedio de ocho llamadas diarias al teléfono 1800-Drogas. Con esa información, que es reservada, los agentes inician una investigación. Según los registros policiales, en lo que va del año se realizaron más de 100 operativos, gracias a  denuncias de la ciudadanía.

Esta labor está coordinada con tareas de prevención, especialmente en los colegios.  Cada día, la Policía acude a cuatro instituciones para dar charlas a  jóvenes.

El Consep también trabaja en  la prevención. Esta semana,  por  el Día Mundial del Combate a los Estupefacientes, se organizaron  varios actos. En julio se presentará la primera encuesta de los problemas que traen las drogas (incluido el alcohol) a los hogares del país.

Un centro de rehabilitación público es vital
El tráfico de drogas muta rápidamente, ¿qué hace la Policía para frenar el delito?

El tráfico se diversifica. Lo que hacen los vendedores es moverse de un lugar a otro, por eso necesitamos una mejor infraestructura y que la ciudadanía colabore con nuestro trabajo, para eso tenemos el  1800-Drogas.

¿Las denuncias a ese teléfono han dado resultados?

El 1800-Drogas es de gran ayuda. Nosotros guardamos la reserva de la información que nos llega. Luego comprobamos que la información sea correcta, a través de operaciones básicas de Inteligencia. Posteriormente, pedimos que se inicie una indagación previa, que está a cargo de un fiscal.

Hay una queja  sobre los operativos de Antinarcóticos, que señala que se detiene a consumidores, lo cual es prohibido por la Ley. 
Nosotros no detenemos a consumidores. En esos casos, nuestra obligación es llevarlo a un centro de rehabilitación. Pero en Quito no existen, así que lo llevamos a un centro de detención o a un hospital para que se determine su adicción.  Necesitamos un centro de rehabilitación público para narcodependientes, porque muchas familias no pueden pagar   USD 300 ó 400 por la terapia en clínicas privadas.

¿No hay un centro público para la rehabilitación?
No y eso es fundamental para la lucha contra las drogas. Este momento, con el Consep y el Municipio de Quito estamos preparando un proyecto para abrir un lugar de rehabilitación. También tenemos que realizar campañas masivas de prevención contra  las drogas.
Actualmente, en el país no existe una campaña con este propósito. La solución para el tráfico interno de estupefacientes  es reducir la demanda. Ese el  remedio  más efectivo que tenemos. 

Antinarcóticos  es una unidad especializada de la Policía, pero ¿tiene la capacidad física y de infraestructura para frenar el incremento de la venta de drogas en ciudades como  Quito? 
Este momento tenemos un plan para ampliar nuestra labor, con más personal. Además, presentamos un proyecto al Municipio de Quito para que nos ayude con la logística para nuestro trabajo: gasolina, vehículos y equipos. Hay que pensar que el narcotráfico conlleva un círculo de violencia en las ciudades. La venta de droga no es un fenómeno aislado, está conectada con la violencia intrafamiliar,  los robos y  otros delitos más peligrosos.

Fuente: El Comercio


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desde que se permite tener en posesion hasta dos kilos de droga y no va preso si declara que es adicto y es para consumo propio hemos visto crecer con preocupaci?n el consumo de droga en cualquier parte de la cuidad sin que se pueda evitar, como hacerlo si la propia constituci?n los protege, tambi?n se dice que la dependencia es un problema social y que el estado se har? cargo de rehabilitar a los adictos, yo me pregunto en donde si no existen centros de rehabilitaci?n del estado. Cosas de la Revoluci?n Cuidadana.

dos kilos? eso no puede ser! podr?a ud citar la ley donde se permite eso? gracias!
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