contra el narcotráfico, despenalización de la hoja de coca

Mi?rcoles, 05 de septiembre de 2007

El efecto coca

?Esto est? que arde!? escribe don Guillermo Callapa desde los Yungas para informarme sobre los chaqueos e incendios que se est?n provocando en Bolivia: ?Hemos visto el desarrollo, cada a?o m?s creciente, de los chaqueos en el sector; y dado que estamos en la falda de la cordillera y enclavados en el ca??n del r?o Taquesi, nos llega el humo que producen los incendios de los llanos?.

La mentalidad minera y agrarista que se aloj? en la administraci?n p?blica desde el a?o 52, ha enclavado en la conciencia nacional la idea de que somos un pa?s de vocaci?n agr?cola en desmedro de la gran riqueza forestal: 41 millones de hect?reas (50%) del territorio nacional que son tierras de vocaci?n forestal permanente. Tan fuerte es esta visi?n que hasta antes de la aprobaci?n de la Ley INRA del 96 la Funci?n Econ?mica Social (FES) de la tierra estaba relacionada s?lo a los trabajos agropecuarios. Una propiedad cumpl?a la FES si es que en la misma se sembraba o criaba ganado, para lo cual no quedaba otra que chaquear. A pesar de la Ley, cada a?o se deforestan m?s de 250 mil hect?reas en Bolivia.

Aparte de ganaderos y soyeros, otro sector que desmonta bosques a diestra y siniestra son algunos colonizadores y, en particular, los cocaleros que, como parte de la acumulaci?n originaria de su poder econ?mico y pol?tico, en nombre de la sagrada hoja de coca, vienen pervirtiendo, desde hace m?s de 30 a?os, a la madre tierra sin temor ni compasi?n: ?basta darse una vuelta por el sector de Coripata, donde todas las lomas circundantes han perdido su vegetaci?n natural, convirti?ndose en enormes cocales. Por Yanacachi, las naranjas, paltas y mangos est?n en peligro de desaparecer a favor de la coca?. Pronto en el Chapare se instalar? una f?brica de papel que, como bien denuncia Laserna, aparte de no tener estudios de mercado ni de factibilidad t?cnica, necesitar? de muchos ?rboles y de mucha agua, que incrementar?n la deforestaci?n y la contaminaci?n.

La permisividad de la que gozan los cocaleros ha convertido al Chapare, Yungas, norte de La Paz y parque Isiboro S?cure en zonas de alta migraci?n que presionan sobre el bosque para convertirlo en sembrad?os de coca: ?los sindicatos y asociaciones han perdido control, pues se han apoderado del lugar nuevos migrantes? que no titubean en ?quemar la parcela de quien se les oponga?. Recientemente, escribe el se?or Callapa, a un productor diferente le quemaron ?todas sus colmenas de abejas y no dudan en usar la violencia; han implantado su propio grupo de gente y han reemplazado las plantaciones de flores, tan caracter?sticas del sector por las de coca, que son m?s rentables pero erosionan m?s la tierra?.

Bolivia se est? infectando de coca y coca?na sin que nadie se rasgue las vestiduras. Lo cierto es que el efecto coca, aparte de ser una de las bases del poder estatal actual, est? asesinando no s?lo a la Pachamama, sino a la capacidad creadora de miles de campesinos que hasta antes de esto hab?an apostado por otros cultivos, pero que ahora no pueden resistirse a la tentaci?n de ganar dinero, ilegal, pero r?pido y seguro: ?es una oportunidad ?nica?.

Por Ivan Arias D.

Fuente: Bolpress

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